Capítulo 34: Es hora de ponerse sucias

104 7 2
                                    

CAPÍTULO 34: Es hora de ponerse sucias

- No.

- ¿No? - murmuró Logan confuso, mientras apartaba sus manos de mí.

Había pasado mucho tiempo desde el partido y la noche que llegué a algún tipo de pacto silencioso con Liam de que nos soportaríamos. Las vacaciones habían volado y ya estábamos en pleno tercer trimestre, sometidos a los últimos y duros exámenes, por lo que teníamos realmente poco tiempo para tomarnos descansos o relajarnos.

Por suerte, en esta semana que estaba a punto de comenzar sería el último partido de la liga de rugby, lo que simbolizaba el final de los exámenes y el baile de graduación. Y luego, por fin el viaje de fin de curso - a Italia, durante una semana, ya que la recaudación había sido cuantiosa - y el verano.

Todo era perfecto.

Salvo por una cosa. Logan y yo llevábamos ya más de dos meses como pareja y todo iba increíblemente bien, sentía que había superado a Liam y que por fin sentía algo especial por mi novio. No extremadamente intenso, pero algo era, definitivamente.

Pero eso no le servía y me exigía más. Él... quería que nos acostáramos.

- No - volví a repetir, esta vez aún más bajo, recolocándome sobre su cama y bajo su cuerpo, semi desnudo, pues durante el tiempo que habíamos estado en su habitación nuestras camisetas habían desaparecido, acabando en algún punto lejano de la estancia -, no ahora.

Él no dijo nada, solo murmuró un gruñido bajo y continuó volcándose sobre mí, recorriendo con sus manos mi espalda mientras me besaba. Yo me sentía considerablemente incómoda, sin saber exactamente que hacer o como actuar.

Siguió besándome y provocando pequeños cosquilleos por mi piel mientras yo enredaba mis manos en su pelo, que había crecido un poco desde que nos conocimos, pero casi inmediatamente él volvió a situar sus manos sobre el botón de mis vaqueros, para desabrocharlos.

Estallé - ¡No! - chillé golpeando con mi mano las suyas para apartarme. Él me miró dolido y molesto, como si se hubiera esfumado de él el color.

- Tú no lo entiendes - se frotó los ojos -. Llevamos así un mes Dani, no puedo aguantar más, siempre dices que lo harás y luego te echas para atrás, no te entiendo. Estoy empezando a pensar que ya no me quieres. Yo solo... intento darte todo de mí.

En ese preciso instante me sentí como la peor de las personas sobre la Tierra, pues siempre acababa negándome tras decirle que lo haría. Pero era instintivo. No era capaz.

Suspiré y me disculpé, abrazándolo, pero él no me lo devolvió, lo que hirió mis sentimientos. Miré la hora por encima de su hombro, donde un sencillo reloj colgaba de la pared y me sorprendí a mí misma al comprobar que ya era tarde y debía apurarme para llegar a tiempo a recoger a Grace y Ally.

- No nos enfademos ¿sí? Dame un poco más de tiempo - murmuré contra su oreja, pero él suspiró y me apartó con cuidado.

- ¿Cuándo? Crees que realmente estarás preparada algún día - me preguntó molesto, pero yo asentí vehementemente , tenía que estarlo.

- Mira siento hacerte pasar por esto, en serio pero es difícil para mí, te... te prometo que lo haremos esta semana. Estaré preparada - él sonrió finalmente y yo me sentí aliviada al comprobar que me daba un pequeño beso -. Ahora me tengo que ir.

- ¿Qué? ¿Tan pronto?

- Tengo que comprar el vestido, ese tan bonito que encontraré y con el que me llevarás al baile ¿vale? - eso era lo genial de los bailes de graduación, que podías traer a cualquier persona de fuera.

Make A WishDonde viven las historias. Descúbrelo ahora