Capítulo 2: Hecha Añicos

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CAPÍTULO 2: Hecha Añicos

Steph mostraba una enorme sonrisa en su cara cuidadosamente maquillada, yo, por mi parte me puse completamente roja, bajando la cabeza hacia mis pantuflas de conejitos y mi pijama de fresas.

La gente parada ante mi puerta gritó desordenadamente algo como: "Felicidades Danieee"

A pesar de que me levaba bien con la gente y generalmente era muy abierta, tendía a tratar más con personas de mi edad y algunas de cursos superiores, pero estas, a diferencia de las otras, se podían contar con los dedos de las manos.

La multitud entró en piña en la casa, cargada con barriles de cerveza y unos grandes altavoces que conectaron con el sistema de sonido que había por toda la casa y estalló el caos.

La gente estaba por todas partes, gritando, bebiendo y bailando como animales, llenando con su desagradable olor de adolescentes hormonados el ambiente.

Yo, por mi parte, busqué a Grace y Ally, las cuales se acababan de asomar por la cocina y me miraban anodadas aún con sus pijamas de bananas y kiwies - los habíamos comprado cuando Grace cumplió los catorce como broma y nos habíamos encariñado con ellos.

Las miré acusadoramente pero ellas me respondieron encogiendo los hombros. Miré sus ojos, increíblemente claros de maldad o mentira.

Las tres cruzamos rápidamente la casa hasta las escaleras y subimos a cambiarnos - no sin antes echar a un par de adolescentes que se lo estaban montando en el baño - para vestirnos algo más apropiadamente.
Nota mental: Lavar el edredón y las sábanas esta noche.

Cuando bajamos busqué con la mirada a Steph, le agradecía la fiesta sorpresa, pero lo único que quería era seguir con nuestro ritual de películas por cumpleaños. Yo no quería esto.

***

No tardé en encontrarla. Y en que se me rompiera el corazón.

Tras preguntarle a un par de chicas del periódico del instituto, me dijeron que la habían visto subir las escaleras, probablemente mientras yo la buscaba en el jardín. Sonreí, pensando que me buscaba para acabar con la fiesta y seguir con nuestra pequeña fiesta-pijamada-ritual.

Cuando subí escuché unos ruidos extraños provenientes de mi habitación, me acerqué y con cuidado giré el pomo de la puerta. La abrí y al ver las luces apagadas, las encendí.

Y allí, en ese preciso instante, fue cuando mi corazón se hizo añicos. Como una botella de vidrio que impacta contra una pared. Y es que allí, en mi propia cama, encontré a Stephanie, la que había creído mi mejor amiga, con el chico del que había estado colgada toda la secundaria. El increíble chico de sonrisa de dentrífico y ojos marrones que se sentaba frente a mí en matemáticas. Aquel chico que había hecho brincar mi corazón y al que Stephanie nunca había mirado.

Nunca, hasta ahora.

Hasta que le había dicho lo mucho que me custaba Kurt McConnery. El chico tierno de sonrisa capaz de derretirme. Aquel que hablaba con cierto acento agradable y cuya mirada me hacía querer perderme en sus ojos marrones y no dejar de mirarlo.

Aquel que ahora se encontraba sin camiseta mientras besaba apasionadamente a mi amiga. O a mi 'supuesta' amiga.

«En mi propia habitación » grité en mi cabeza. Un agudo y estridente sonido ensordecedor.

Las lágrimas brotaron de mis ojos mientras Stephanie formaba una pequeña 'o' con la boca e intentaba no sonreír. Sus ojos mostraban pura y oscura maldad mientras Kurt me miraba sorprendido. La rabia brotaba de mi interior como una tormenta. Grité y llorando aún más fuerte bajé corriendo las escaleras.

Allí me esperaban Grace y Ally, de pronto asustadas por mi reacción pero comprendiendo rápidamente. Bajé las escaleras y tomando un respiro al llegar a bajo, apoyé mis manos en las piernas para tomar aire y limpiarme las lágrimas con la manga.

Grace y Ally se fundieron en un gran abrazo conmigo dirigiendome suaves palabras para tranquilizarme.

A penas unos segundos después de bajar de mi habitación, bajó Kurt corriendo apurado, dejando a una muy enfadada Steph - a la cual se le oía gritar desde arriba - sola en mi habitación.

Él me miró con sus ojos marrones hundidos y una sonrisa de compasión mientras pasaba su mano por su pelo castaño.

- Oye, lo siento, n-no sabía que... - yo no quería sus disculpas. Probablemente parecía patético, pero no quería la compasión de nadie, solo un gran cuenco de helado arcoíris para calmar mi decepción y profunda tristeza - estabas enamorada de Stephanie - acabó él. Espera, acaba de decir... -. Lo siento. De verdad.

Sin duda mis oídos me habían traicionado - ¿Perdón?

Él se vio aún más incómodo que antes y algo frustrado. Resopló y continuó con la vergüenza irradiando de su piel - Q-qué no t-tienes po-orque ocult-tarlo... - aquel tartamudeo que me había parecido tan adorable solo me hizo enfadar más.

- ¿Qué? - grité fuera de mi. Grace apoyó suavemente una mano sobre mi hombro para tranquilizarme y aportarme la fuerza que necesitaba para no caer.

- Qué sé que eres lesbiana - susurró.

No lo pude evitar. Mi manó salió disparada y le propinó un fuerte golpe en la mejilla derecha. No es que tuviera ningún tipo de aversión cara a estas personas, pero no me gustaba que fueran diciendo mentiras sobre mí por ahí. Y menos que las fuera diciendo Stephanie.

Y es que, a pesar de que no lo sabía con certeza, desde que la había conocido siempre me había traído problemas, y entonces había comenzado lo que yo catalogaba como 'la peste de la testosterona'.

Kurt me miró con los ojos heridos mientras se frotaba continuamente la mejilla roja por el golpe - Y ahora, ¿qué he hecho?

- Escúchame bien - se acercó Ally a Kurt amenazadoramente. Este se sorprendió, acorralándose a sí mismo contra la pared -. Ahora mismo vas a deshacer ese estúpido y claramente falso rumor sobre mi amiga - sonrió perversamente -. O si no... mejor no lo quieras saber - susurró.

Kurt salió corriendo y Ally nos sonrió haciendo una ligera reverencia, esta Ally, siempre lista para actuar.

- Y ahora, ¿cómo calmamos este terremoto? - preguntó Ally cruzando sus brazos y peinando su pelo rojo con los dedos. Grace sonrió.

- De eso me encargó yo - se hizo oír Grace entre la multitud mientras cruzaba hacia la improvisada sala de baile instalada en el salón. Pronto sonó un extraño chirrido por los altavoces y la gente paró de moverse. La dulce voz de mi amiga sonó por el altavoz -. Lo siento amigos, la fiesta se ha cancelado - una multitud de abucheos estallaron por toda la casa -. Pero no os preocupéis, la fiesta sigue en la casa de Stephanie Kennedy.

La multitud aplaudió abandonando poco a poco la casa. Al poco tiempo vimos a Stephanie correr enfurecida hacia la puerta. Todo había acabado por fin. Me dejé caer en el sofá del salón mientras Grace y Ally se sentaban a mis lados y me tendían, una una gran tarrina de helado arcoíris - helado inventado por nosotras y compuesto por: vainilla chocolate, pistacho, yogurt y coca-cola - y una cucharilla desechable.

Por fin, algo de paz.

Hola de nuevo!!

bueno hoy os traigo un segundo capítulo para ver que tal reaccionáis. No es muy bueno, pero bueno, el siguiente será mejor, espero.

En el próximo aparecerá alguien nuevo, puede que más de uno, ¿quién y cómo pensáis que será?
El chico de multimedia es Kurt, aunque su nombre real es Manu Rios ;)

Un besito, nos vemos.

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