Make A Wish

Capítulo 20: Lo que realmente ocurrió

CAPÍTULO 20: Lo que realmente ocurrió

NARRA JULIETTE:

Cuándo se acercó para pedirme un baile tuve que contener mi emoción.

Ian mi compañero en clase de Física y Química, un chico muy agradable y simpático, alto y bastante delgado, de pelo color caramelo y ojos claros. Su sonrisa amplia sería capaz de iluminar el mundo.

- ¿Te gustaría bailar? - dijo Ian cuando se acercó, con las manos metidas en su chaqueta negra. Yo asentí y cogí la mano que me tendió, para que me llevara hacia la pista. Os juro que podía sentir como en cualquier momento mi corazón saldría de mi pecho para huir de manera salvaje.

Ian colocó su mano en la parte baja de mi espalda y con la otra mano sostuvo mi brazo en alto para guiarme en un pequeño baile improvisado al compás de la canción lenta que sonaba de fondo. Yo le sonreí, mostrando mis dientes - pues no me había gustado hacerlo hasta que me quitaron los brackets - y mirándole a los ojos.

- Gracias por sacarme a bailar - le susurré bajito. Él sonrió y yo tomé un pequeño segundo para animarme y decirle de una vez por todas lo que pensaba -, realmente quería que lo hicieras.

Ian pareció de repente sorprendido y pude notar como sus mejillas se enrojecían rápidamente, volviéndose de un tono carmín que contrastaba mucho con su piel clara y cubierta por algunas pecas diseminadas.

- Sinceramente - se aclaró la garganta, como si fuera a decir algo que llevaba mucho tiempo taponando su garganta y quisiera sacárselo de encima de una vez -, quería haberte pedido ir al baile conmigo, pero pensé que no querrías, o que tendrías pareja.

Mis pies tropezaron con los suyos por un momento, por lo que tuve que agarrarme a su brazo para no caerme, quedando increíblemente pegada a él. Entonces instintivamente dije- Nunca me hubiera podido negar.

Él sonrió con una pizca de sorpresa y yo no pude evitar soltar una pequeña risa.

- Entonces debía haberlo hecho antes - dijo entre risas, y yo me apoyé con una mano en su pecho para volver a mi posición anterior, cuando estábamos bailando, pero él volvió a tirar de mi mano para quedar completamente pegada a él, en una una especie de abrazo de oso.

Yo me reí de su acción, pero igualmente deslicé mis brazos para abrazarlo, Ian era una gran persona, y encontrarme con la situación extraña de que tal vez ambos sintiéramos algo el uno por el otro era bastante nuevo para mí, pero a la vez reconfortante.

- Sabes que me gustas ¿no? - dijo entonces él de pronto, sobresaltándome de golpe. Me quedé por un segundo en blanco, sin saber muy bien que responder, pero finalmente apoyé mi cabeza sobre su pecho y murmuré - ¿Qué dijiste? - preguntó él con una sonrisa.

- Qué tú también me gustas - le susurré, admitiéndoselo finalmente. Ambos sonreímos mirándonos a los ojos. Continuamos bailando durante una canción más, aislándonos del mundo, como si ya no hubiera nada más que nosotros en ese preciso momento.

Y así continuamos por el resto de la mágica noche.

***

NARRA LEXI:

Le agarré de la mano y comencé a correr fuera de la pista.