Después de todo lo pasado, volvemos al laboratorio para que me continúen hablando de las pruebas.
-¿Estás mejor? -se preocupa Sascha.
-Sí, gracias.
-Bueno, entonces progresamos -empieza a contar Adam. -Tenemos una tercera pista: la posición en la que murió tu madre. Estaba en posición fetal, que significa que el asesino le tenía algun tipo de aprecio y, es entonces, cuando volvemos a la flor de lis.
-¿Y por qué la mató, entonces? -pregunto.
-Cuando descubramos quién ha sido, respondremos todas las preguntas -dice Rita. -Bien, ¿continuamos? -asiento con la cabeza. -La cuarta pista, bien, es el arma del crimen -se me ponen los ojos como platos.
-¿Ya lo habeis encontrado?
-No, sólo sabemos que fue un objeto puntiagudo. Después te llevamos con el forense y te lo cuenta todo -dice Gudrun.
-De acuerdo.
-Ahí va la quinta pista: el número 47 -dice Matthias.
-¿47?
-Sí, estaba escrito con tiza en el asfalto -continúa Matthias. -No sabemos que significa. ¿Te recuerda a algo?
-No, la verdad.
-Bien, pues el último asunto no se trata del asesino, sinó de tu madre -dice Karl.
-¿Qué le pasa a mi madre?
-En el bolsillo de la chaqueta llevaba un objeto, y necesitamos que lo puedas reconocer -me dice Richard.
-¿De qué objeto se trata?
-Un delfín. ¿Te recuerda a algo?
-Bueno, las llaves de mi madre tienen un delfín como llavero...
-Brigitte, creemos que el asesino entró en casa de tus padres antes de que ru madre muriera, y se llevó un recuerdo -informa Richard. -¿Podrías comprobar que el delfín pertenece al llavero?
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Memorias de un crimen
Mystery / ThrillerBrigitte es una joven alemana, estudiante de criminología. Con sus 23 años, le aparece su primer caso dónde deberá mostrar todo lo que vale. Pero no sabe lo que le espera, sobretodo cuando descubre quien es la víctima.