Capítulo 9

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Después de todo lo pasado, volvemos al laboratorio para que me continúen hablando de las pruebas.

-¿Estás mejor? -se preocupa Sascha.

-Sí, gracias.

-Bueno, entonces progresamos -empieza a contar Adam. -Tenemos una tercera pista: la posición en la que murió tu madre. Estaba en posición fetal, que significa que el asesino le tenía algun tipo de aprecio y, es entonces, cuando volvemos a la flor de lis.

-¿Y por qué la mató, entonces? -pregunto.

-Cuando descubramos quién ha sido, respondremos todas las preguntas -dice Rita. -Bien, ¿continuamos? -asiento con la cabeza. -La cuarta pista, bien, es el arma del crimen -se me ponen los ojos como platos.

-¿Ya lo habeis encontrado?

-No, sólo sabemos que fue un objeto puntiagudo. Después te llevamos con el forense y te lo cuenta todo -dice Gudrun.

-De acuerdo.

-Ahí va la quinta pista: el número 47 -dice Matthias.

-¿47?

-Sí, estaba escrito con tiza en el asfalto -continúa Matthias. -No sabemos que significa. ¿Te recuerda a algo?

-No, la verdad.

-Bien, pues el último asunto no se trata del asesino, sinó de tu madre -dice Karl.

-¿Qué le pasa a mi madre?

-En el bolsillo de la chaqueta llevaba un objeto, y necesitamos que lo puedas reconocer -me dice Richard.

-¿De qué objeto se trata?

-Un delfín. ¿Te recuerda a algo?

-Bueno, las llaves de mi madre tienen un delfín como llavero...

-Brigitte, creemos que el asesino entró en casa de tus padres antes de que ru madre muriera, y se llevó un recuerdo -informa Richard. -¿Podrías comprobar que el delfín pertenece al llavero?

Memorias de un crimenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora