Capítulo 7

672 58 19
                                    

Cuándo llegué a mi habitación me encontré con un precioso vestido azul colocado en un maniquí. Lo miro detenidamente, es maravilloso. La tela parece dura pero es ligera y resistente. Tiene unos tirantes no muy finos pero tampoco excesivamente grandes, tiene piedras preciosas así que creo que es del uno.

-Bueno ¿podrías decirme que te parece?- dice una voz a mi espalda. Esa voz que conozco tan bien, esa voz a la que alenté hace dos años cuándo fue a los Juegos...

-Lussy como siempre has hecho un trabajo magnífico- le digo sin dejar de mirar el vestido.

Lussy es una chica del distrito ocho que con apenas trece años ganó los juegos a base de coser trampas. Con quince años es una de las mejores diseñadoras de todo Panem y una de mis mejores amigas.

Lussy es una chica tranquila, amante de la lectura y de los animales. Es muy creativa, y no solo con la aguja, pinta unos cuadros que te dejan sin respiración.

Me acerco a ella y la abrazo. Ha pasado mucho tiempo desde que nos vimos y la he echado mucho de menos.

-Kat hoy empieza la cuenta atrás para tu cumpleaños- dice ilusionada. Siempre le han gustado los cumpleaños y celebraciones en las que haya regalos.

Le agito su pelo castaño cobrizo. Me coloco el vestido y me siento en mi tocador. Lussy me termina de colocar el vestido mientras me habla de Nadel, su enamorado.

-Una cosa que no te he dicho del vestido, adopta una cualidad de cada distrito con solo pulsar este botón- me dice dándome un mando- para la entrevista, Caesar posiblemente te pida modelar por la pasarela principal.

Asiento. Hoy Luna no será la que me maquille y me peine sino que será Lussy. Me deja el pelo suelto y me coloca una diadema con piedras azules. Me maquilla con tonos azules, negros y ligeros dorados.

-Hoy te vas a comer a todo Panem- me dice con una gran sonrisa en la carap. Le devuelvo la sonrisa.

-Gracias Lussy...

-No hay de qué, tonta- me dice antes de taparse la boca. Me río con ganas.

-Te quiero, tonta- le digo. Ella se ríe y sale de mi habitación.

Miro mi anillo...Espero que Caesar no se de cuenta...

Cuando voy al plató encuentro a Caesar en maquillaje. Hoy lleva un traje morado y camisa azul cielo. En cuanto me ve se acerca a mí con una sonrisa y me da dos besos.

-Katerina Snow...¿como puedes ser tan...perfecta?

-Teniendo un...padre...que me ha enseñado a serlo.

-Me encantas- me dice con una sonrisa mientras me coge la mano- es la hora de la entrevista, señorita Snow ¿preparada?

-Nací preparada señor Flickerman.

Ríe excéntricamente y entramos al plató. Todos los espectadores aplauden nuestra entrada.

-Buenos días Panem. Por fin ha llegado el día que todos estábamos esperando. Por fin han dado comienzo los Juegos del Hambre y también ha dado comienzo la cuenta atrás para festejar el nacimiento de nuestra hija. La hija de todos. Con todos ustedes la preciosa Katerina Snow.

Saludo al público antes de sentarme en uno de los sillones. Enfrente se sienta Caesar con su gran sonrisa.

-Katerina...ya han pasado casi dieciocho años desde que...Anna y Cole nos dejaron. Fue un momento muy duro para nosotros pero a cambio nos dejaron a una preciosa niña que cuidamos entre todos.

Sonrío forzosamente. No quiero que nadie sepa lo que siento, me siento obligada a cerrarme.

-Sí y me gustaría agradecérselo a todo el mundo. Gracias por estos casi dieciocho años cuidándome y mimándome.

-Katerina ha sido un verdadero placer cuidarte y mimarte. Bueno ahora vamos a pasar a otro tema...como tu vestido. Vaya obra de arte ¿podrías desfilar para mostrárnoslo mejor?

-Por supuesto que sí...sé lo que adoras mis trajes- le digo riéndome. Él empieza a reírse.

Me levanto de mi asiento y empiezo a caminar.

La falda de mi vestido empieza a convertirse en lo que parecen plumas de pavo real. El público empieza a vitorear. Mi vestido empieza a coger un color dorado y de mis hombros cae una fina capa dorada. Mi vestido pasa por todas las características de cada uno de los distritos. Cada vestido era más increíble que el anterior hasta que llegó el último...un vestido blanco larguísimo con encaje y vaporoso.

Un vestido de novia...todo el público se puso en pie y aplaudió con fuerza. Ojalá Cato estuviera ahí. Ojalá no existieran los Juegos.

La niña del CapitolioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora