Doriji el Reino de las Monedas

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Pasaron dos segundos, dos segundos en los cuales Sorent solo le preguntó a Sorul que pasaba, mientras Sorul lo ignoraba sin saber que hacer mirando a Alex, solo dos segundos pero para ella fue interminable "malditos Nefistos" pensó con dolor de cabeza mientras sus ojos volvían a ser castaños-ámbar "cuando les ponga los colmillos en el cuello..." Se estremeció respiro profundo, esos no eran sus pensamientos.

Se sacudió mientras recobraba el aliento y alisarse el pelo mientras se acercaba a Sorent. Miro de reojo a Jorul indicándole todo estaba bajo control "cálmate Alex, casi pasa otra vez, eso es lo que ellos quieren". Se acerco a Sorent quien la miraba extrañado.

- Eso es lo que intento - dijo alegremente poniéndole la pata en la cabeza - pero hay un problema - dijo tranquila empezando a apoyar su peso en la pata sobre la cabeza de Sorent - lo que pasa - su tono de voz se volvió más agresivo - ¡es que estoy con un soldado que no hace mas que comportarse como un crío que no se calla! - continuó ya tirando a Sorent contra el piso mientras este se debatía para liberarse.

Jorul aprovecho esto para acercarse a Alex.

- ¿Estas bien? - decía mientras revisaba los ojos de Alex, ignorando las quejas de Sorent.

- ¿Porque no iba a estarlo?, estamos en medio de una invasión de Nefistos con un Instintivo que no se deja que le expliquen las cosas con calma, son todas unas vacaciones - dijo un poco irritada.

- Tu nunca estas calmada.

Alex gruño bajo mientras Sorent seguía quejándose y tratando de liberarse del ataque que lo aprisionaba, Jorul le acarició bruscamente la cabeza para que se tranquilizara lo que logro que le dedicara una sonrisa de lobo, con toda la pinta de una amenaza letal pero los que las conocen sabían que era un signo de entendimiento y amistad.

- ¡Oigan! que demonios está pasando allá arriba - reclamaba Sorent que se había resignado a esperar a que Alex lo dejara ir.

- Todo saldrá bien - le prometio Jorul - no tardare demasiado - continuó dirigiéndose a la puerta - cuídate, ten cuidado e intenta que no te maten.

Alex asintió riendo y le dijo a Jorul que se apresurara, al final Jorul cerró con un portazo mientras Sorent, al fin libre, se acomodaba en la alfombra, frente la chimenea, allí el olor de los muebles no era tan fuerte, ya que lo ahogaba el olor de las llamas.

- Bueno - dijo Alex acomodándose en una butaca frente a Sorent- empecemos: Después de que los mundos nacieran, o fuera creados, como prefieras, no me voy a meter en todo ese tumulto religioso porque es un enredo y un fastidio, habían espíritus llamados Zanes que eran los guardianes de la luz y la oscuridad ambas unidas en una sola, con el gran poder que esto significaba se dedicaron a vigilar y a proteger los mundos...

- ¿Mundos? ¿no te refieres a los planetas?

- No - dijo con seguridad, pareciera que ya hubiera hecho esa aclaración antes - míralo de esta forma, este lugar es un mundo, con todos sus planetas, con todas sus estrellas, es un solo mundo, solo un punto, y hay todavía más puntos, todos conectados de algún modo formando un lazo sin fin; todos los mundos dependen de otros, aunque sea de la forma mas remota, para que el lazo no se afecte o se rompa - se interrumpió - ¿me hago entender? realmente soy muy mala explicándolo.

-Creo que lo pillo - dijo "No del todo..." pensó "Pero creo que tengo una idea de a lo que se refiere" - sigue - Alex se estiro en la butaca, buscando comodidad, mientras Sorent la imitaba en la alfombra.

- .... Pero había otros Zanes que querían mas poder, por lo cual empezaron a cazar y a perturbar a la luz y a la oscuridad del interior de los que alguna vez fueron sus compañeros, convertirlos en criaturas sin consciencia ,y así extraer su poder, hoy en día conocemos a esos Zanes que cazaron a su propia raza como los Nefistos, al darse cuenta de lo inestable y peligroso que era su poder y para que los Nefistos no lo obtuvieran, los Zanes dividieron su espíritu en dos, uno de la luz y otro de la oscuridad, por ejemplo El Gran Silver-eyes se dividió en Moonshade y Suncloud... Y para que los humanos pudieran protegerse de los Nefistos que querían esclavizarlos y gobernarlos, en contra de los principios de los Zanes, dejaron que los trozos de su alma eligieran  humanos para proteger sus respectivos mundos.