#1 - Aquél Día

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Era un día como cualquier otro, las aves cantaban, la luz del sol entraba por la ventana y tenía escuela en 30 minutos. Me levanté, me coloqué el uniforme del colegio y bajé a desayunar.
Por cierto, mi nombre es Valentina Gonzalez, tengo 16 años, el cabello castaño claro que me llega hasta un poco antes de la cintura, mido 1.70, mis ojos son celestes y mis labios algo rojizos.

Como de costumbre mis padres no se encontraban, sólo había una nota de mi madre.

-Nota-
Cariño dejé almuerzo en el microondas, come todas las verduras esta vez. Con amor: Mamá

Que extraño que diga eso -sarcasmo-

Tomé mi bolso y me dirigí hacia el colegio, para mi fortuna sólo queda a seis cuadras de mi casa, lo cual, no me permite llegar tarde.

Al fin llego al colegio, saludo a unas amigas que se encontraban en el pasillo camino a mi salon.
Llego a el y me siento en mi lugar de costumbre. Adelante de mi se encontraba Mariana.
-Hola Mariana. -Digo mirandola.
-Hola Valentina. -Dice sonriendo.
-Que tal tu dia?.
-Genial hasta ahora y el tuyo?.
-Ha estado bien la verdad.

Entra la profesora al salon.

-Chicos quiero presentarles a su nueva compañera, la señorita Camila Olmedo.
Ella algo timida solo alcanzo a decir un breve 'hola'

Era tan hermosa, su cabello rubio hasta la cintura, era algo chiquita, mejillas rojizas como cerezas listas para comer, labios color carmesí, ni muy delgados ni muy carnosos, ojos verdes, tan hermosos... sentia que podia perderme en esa bella e inocente mirada.

-Este asiento esta libre?. -Dice ella algo sonrojada.
-Cla-claro que si. -Digo tratando de no sonrojarme.
-Hola soy Camila. -Dice timida.
-Hola mi nombre es Valentina. -Digo dandole la mano

En el instante que nuestras manos se tocaron por primera vez senti un calor que invadia por completo mi interior. Era algo indescriptible, tan fantástico y sorprendente que hacia que una sonrisa se dibujara en mi rostro y que mis ojos se iluminaran de una forma unica.

Sin mucho mas que decir la clase empezo, por mas de que debia prestar atención a la profesora no podia dejar de ver a Camila, simplemente su belleza era un pecado, jamas habia visto una criatura mas bella e inocente, ese uniforme le quedaba de maravilla, acentuaba sus curvas a la perfección, aunque, la curva que mas me gustaba de ella era su dulce sonrisa. Dios que sonrisa tan espléndida, iluminaba todo lo que estaba a su alrededor, era perfecta, simplemente perfecta.

Termina la clase y yo me dispongo a hablar con ella.

-Dime, que te parecio tu primera clase?. -Digo levantandome de mi asiento.
-Educativa?. -Dice riendo
-Oye, quieres dar un paseo conmigo?. -Pregunto mirandola a los ojos
Esto al parecer hizo que se ruborizara.
-Si claro, seria estupendo.
-No se diga mas, vamos, te mostrare el colegio por completo.

Salimos del salon y empezamos a caminar.

Ella comenzo a contarme de su vida. Tenia dos hermanos mayores y una hermana menor, sus padres, al igual que los mios, no estaban mucho en su casa y casi siempre ella se encontraba sola.

Caminamos y caminamos hasta llegar al auditorio, mi lugar preferido del colegio, entramos y se podia escuchar el silencio en todo su esplendor.
Allí se encuentra un piano, algo antiguo, pero que funciona de maravilla. Nos aproximamos a el y nos sentamos en la banca.

-Sabes tocar?. -Pregunta mirandome.
-Si, y tu?.
-Un poco, pero no soy muy buena. -Dice algo apenada.
-Quieres que te enseñe?. -Pregunto levantandome.
-Cla-claro. -Responde algo nerviosa.

Me levanto, me coloco detrás de ella y rodeandola con mis brazos coloco mis manos sobre las de ella tocando sus dedos y acomodandolos en la posición correcta para comenzar a tocar.
Noto que se ruboriza.

-Estas bien?. -Pregunto apoyando mi cabeza en su hombro.
-Si, creo que si. -Dice girando un poco su cabeza hacia donde estaba la mia.

Al hacer eso, nuestras mejillas se rozaron haciendo que ella se ruborizara aun mas.
Mis labios y los suyos estaban bastante cerca, podia sentir como su corazon palpitaba cada vez mas a prisa.
Comence a acercarme cada vez mas y en eso suena la campana para volver a clases. Nos levantamos y nos dirijimos al salon, ella aun seguia muy ruborizada, lo cual, hacia que se viera de verdad hermosa.
La jornada escolar continuo hasta aue terminara en el momento en que la campana de salida sono.

-Oye, mañana es sabado... quieres que salgamos a caminar?. -Pregunto antes de que se levante para irse.
-Claro, seria lindo. -Responde sonriendo.
-Perfecto, nos vemos en la plaza de los leones a las 17 te parece?.
-Si! esta perfecto, nos vemos allí.
Nos despedimos con un beso en la mejilla, eso la volvio a ruborizar, dios que hermosa se ve de esa forma.

Me dirigi a casa. Al llegar mis padres aun no habian llegado, solo subi a mi habitación, me tire en mi cama y empece a pensar una y otra vez en ese magico momento que vivimos en el auditorio, quedaría grabado en mi mente por siempre, tan cerca de probar esos labios, esos hermosos labios... tal vez es extraño que una chica diga eso de su compañera pero es la verdad, me trae loca.

Dulce Sonrisa [Yuri]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora