Puedes estar de lo más sonriente por compartir una noticia que crees que pintará una gran sonrisa en los rostros de las personas a quienes decirles, claro que su sonrisa no será más grande y emocionada que la propia.
¿Y después qué? Serían felices los tres: tu amado, tu hijo y tú. Compartirían su felicidad y gran logro con sus amigos, esos amigos fieles, inseparables, casi hermanos de ambos.
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─ ¿Es en serio? ─ estoy demasiado sorprendido por lo que el señor de bata blanca sentado frente a mí acaba de decirme ─ ¿Está seguro? Yo… esto es increíble. ─ no sé qué decir.
─ Los resultados no mienten, joven Takashima. Sé que esto es un tanto difícil de digerir, ya que es poco común, pero es posible. ─ dice el señor ya entrado en edad, sus ojos reflejan su experiencia y seguridad en ante este tema.
─ ¡Oh por dios! ¡Voy a tener un bebé! ─ bajo mi vista y llevo mis manos a mi vientre aun plano, lo acaricio. Estoy emocionado, un bebé de Akira y mío crece dentro de mí; creo que voy a llorar, no, ya estoy llorando, son lágrimas de felicidad y también sonrío.
─ Me alegra ver que tomó bien la notica. ─ elevo mi vista al otro hombre, una casi imperceptible sonrisa se pinta en el rostro del doctor.
─ ¡Sí! ¿Cuánto tiempo tengo? ─ mi sonrisa se amplía más, seco mis lágrimas y río bajito.
─ Usted tiene 3 semanas y media de gestación. ─
─ No pensé que todo eso que sentía era a causa de estar embarazado, pero me alegra de que sea así. ─ puedo sentir una extraña sensación recorriendo mi cuerpo y un cosquilleo en el estómago, estoy feliz.
─ Puede estar seguro que es por eso, también de que sentirá muchas sensaciones extrañas y tendrá más de los típicos síntomas del embarazo. Deberá cuidarse mucho, recuerde que ya no es sólo usted. ─ ahora sí se nota más su sonrisa, supongo que mis ojos brillantes y que no dejaba de tocar mi vientre por la felicidad lo divierten.
─ Lo haré. ─ tengo dudas respecto a esto ─ ¿Podría explicarme cómo es esto posible? Es decir, he escuchado que en otros lugares de Japón y otros países se han dado casos de este tipo, pero no entiendo; somos hombres nuestros cuerpos no deberían de poder. ¿Cómo surgió esto? ─ me causa curiosidad y a la vez miedo.
─ Verá. ─el doctor hace una pausa, se acomoda mejor en su silla y continúa ─ La razón de esto fue un experimento clandestino, hace 25 años aproximadamente un grupo de 4 científicos experimentaban haciendo alteraciones en el ADN humano que eran demasiado para las personas que utilizaban y acababan muriendo, cuando los descubrieron les despidieron del centro en el que laboraban, ya que obviamente estaba prohibido experimentar en humanos, pero eso no los detuvo. Tomaron todos los apuntes y análisis realizados junto a la indumentaria necesaria y salieron a la calle de manera incógnita, en los barrios pobres donde ofrecían dinero a personas desesperadas a cambio de dejarlos “probar medicinas” en ellos, los seleccionados eran mujeres embarazadas las cuales gestaban varones y niños varones menores de 5 años. ─ su rostro está muy serio y no me está gustando el rumbo de la historia, para nada. ─ Les daban a tomar píldoras o les inyectaban suplementos diciendo que “mejorarían sus defensas” y que “evitarían enfermedades”, mentiras que ingenuamente creían por tratarse de “doctores” y que además les pagaban un buen dinero. Viajaron por todo el país quedándose el tiempo que consideraban necesario en cada ciudad o prefectura, meses después de haber iniciado el “tratamiento” algunos niños sufrieron mutaciones externas (que no mencionaré por ser grotescas) o internas que al final los llevaron a la muerte, esperaban que las mutaciones internas dieran resultados pero ninguna lo hizo; los efectos en las embarazadas eran diferentes: abortos, muerte del feto dentro de la madre y en algunos casos la muerte de la gestante. ─ trata de explicarme lo más sencillo posible ─ Lo hicieron durante 5 años aproximadamente, tantas muertes y mutaciones extrañas llamaron la atención de los medios, autoridades y comunidades científicas, indignados por tal atrocidad salieron en búsqueda de los causantes y al encontrarlos los apresaron dictando una condena justa para que así hasta el día de su muerte pensaran en lo que habían hecho y se arrepintieran. ─ hizo otra pausa y esta vez yo aprovecho para preguntar.
─ Pero… ¿Cuáles eran sus motivos? ¿Por qué hacer algo tan… horrible?─
─ Estaban jugando a ser Dios, joven Takashima. ─ dijo con paciencia ─ Querían crear un nuevo tipo de hombre. ─ al ver mi expresión extrañada, explica ─ No como esos ficticios hombres de anime o cómic, no. ─ bufa y niega con la cabeza.
Escucho en silencio y con sorpresa lo que el doctor me explica.
─ Entonces, ¿Qué tipo de hombre? ─ es posible que se refiera a….
─ Hombres con la capacidad de gestar. ─
Mi rostro sólo puede definirse con una palabra en este momento… shock. Esos hombres provocaron tantas muertes para hacer posible la gestación masculina, manipularon el ADN de esa manera para hacer posible algo que sólo se considera una locura, una aberración… un milagro.
─ Pero ¿cómo? ─ susurro.
─ Creían que al modificar el ADN desde temprana edad e incluso durante la gestación sería posible que al irse desarrollando el cuerpo masculino crearía un nuevo órgano con funciones parecidas a las del útero y los demás órganos se adaptarían para dejarle un espacio, el suficiente que para cuando ese nuevo órgano aumentara su tamaño no afectara a los demás. ─ acomoda sus lentes sobre el puente de su nariz.
─ ¿Por qué querían hacer eso? ¿Sólo por creerse Dios y ganar fama? ─ algo más debe de haber, no puede ser sólo porque sí y ya.
─ Cuando se les interrogó se descubrieron muchas razones para eso, pero aun así no justificaba lo que habían hecho. ─ suspira ─ Dos doctores encargados de vigilar la parte física y dos científicos encargados de la parte química, ─ apoya sus codos sobre su escritorio y lleva sus manos entrelazadas a la altura de su barbilla ─ siendo dos parejas de hombres manteniendo una relación amorosa que buscaban una manera de procrear ellos mismo sin recurrir a un vientre femenino. ─
Me ahogo con mi propia saliva durante un par de segundos, cuando me recupero regreso mi vista al hombre que me cuenta eso, a mis ojos le falta poco para salir de sus cuencas, es que esto es demasiado.
─ Experimentaban en los demás para perfeccionarlo y luego terminarlo en ellos mismo. ─ no es pregunta, mi labio inferior tiembla ligeramente y el resto de mi cuerpo también.
─ Así es. ─ asiente, su mirada es seria y ve hacia el vacío como si recordara algo ─ Más que para la ciencia, lo hacían para ellos mismo, por tener un descendiente propio, arrasando con vidas ajenas por su deseo de concebir. ─ cierra sus ojos por un momento y los abre ─ Luego de arrestarlos las autoridades intentaron buscar a algunas de las personas que habían usado como conejillos de indias, pero al ser los efectos muertes (y muertes hay muchas) no lograron encontrar vivos y si hubieron quienes quedaron con vida, no tuvieron manera de saberlo. Años después hubo el caso del primer hombre embarazado en Japón, causó un revuelo mundial; luego hubieron más, así se descubrió que sí hubieron sobrevivientes. También se descubrió que en ese entonces, aquí y en otros países, ya tenían una teoría de cómo fue posible que crearan un nuevo tipo de hombre, aún no la habían comprobado; sin embargo llevaron a cabo experimentos basados en esa teoría, hicieron un cambio: aumentaron la edad y las pruebas eran en adultos, que en algunos casos dieron resultados positivos y lograron llevarlos hasta el final, otros... ya se imaginará lo que sucedió ─ su mirada se ensombrece ─ No fue bien recibido, pero hubieron quienes se atrevieron a tomar el reto u obtener dinero. En este tiempo es medianamente aceptado, muchos saben sobre el tema pero pocos sabemos la verdad detrás de todo. ─
Analizando lo dicho…─ Entonces la razón por la que puedo gestar… ─ mordí mi labio inferior, no quería creer lo que estaba pensando.
─ La única que podría responder a eso es su madre, joven Takashima.─
─ Yo…─ me siento mareado, siento que todo da vueltas y me cuesta respirar.
─ Joven Takashima, trate de tranquilizarse, por favor. Si se altera más podría afectarle al embrión. ─ el doctor se encuentra a mi lado, con una de sus manos en mi espalda y me ofrece un botella con agua, la cual acepto y tomo de ella. ─ Tranquilícese y no piense en eso, ¿sí? Lo importante ahora es… ¿Qué piensa hacer con el embrión? ─ regresa a su silla detrás del escritorio que está frente a mí.
Ahora estoy más tranquilo, pienso y frunzo en ceño. ¿Qué pienso hacer?
─ Lo tendré. ─ digo con seguridad ─ Es mi bebé, yo soy el que carga con él o ella. Mi situación económica es buena, así que no habrá problema; además tendrá todo el amor de sus padres y tíos. ─ veo y toco mi vientre con ternura.
─ Que bueno escuchar eso. Ahora le daré las indicaciones y cuidados que deberá tener a partir de hoy en adelante. ─ escribe en una hoja ─ Ha habido casos en los que el embarazo es de riesgo debido a que no toman las medidas pertinentes o el cuerpo no soporta al embrión, en esos casos se da el aborto natural. ─ observa mi rostro que refleja preocupación ─ Si sigue al pie de la letra todo lo que yo le diga y escriba todo estará bien, su bebé nacerá sano. ─
Eso me hizo sentir bien. Presto atención a todas sus instrucciones y lo dejo hacer su trabajo cuando palpa mi vientre.
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Voy caminando por la calle, hace unos minutos terminó mi consulta, ahora me dirijo a una heladería que me queda de paso… los antojos hacen acto de presencia.
Salgo de la heladería y ahora guío mis pasos hacía el departamento que comparto con mi… prometido, me sonrojo de sólo pensar en esa palabra que define nuestra relación; Akira Suzuki, es el nombre de mi novio, nos conocimos cuando teníamos 14 años en la escuela media, estábamos en el mismo equipo de fútbol y vivíamos cerca el uno del otro así fue cómo empezamos una amistad hasta ser mejores amigos. Siempre sentí que Akira era alguien muy especial para mí, aunque lo veía como un chico pelinegro gruñón, rudo, testarudo, fuerte y grosero (en ocasiones), pero también lo veía como un chico pelinegro tímido, tierno, sensible y romántico junto con una gran voluntad… aún en el presente lo sigo viendo de igual manera, la única diferencia es que ahora es rubio.
-_-_-_- Cambio de narración -_-_-_-
A los 16 años comencé a sentirme diferente al estar junto a él, a los 17 me di cuenta de lo que sentía y a los 18 estaba determinado a decirle todo lo que me hacía sentir y me provocaba estar a su lado, no estaba seguro si Akira sentía lo mismo por mí pero un amigo en común me dio los ánimos para declarármele, sería una gran sorpresa para él pero el sorprendido fui yo; en cuanto estuve frente a él comenzó a hablar rápido y nervioso, dijo muchas frases y algunas no logré entender, pero lo que sí dijo claramente fue: “¡Me gustas, Kouyou! Ahora, si me disculpas, iré a patearle los huevos a Takanori. ¡Pasaré por ti a las 5, tendremos una cita!”, me dio un beso cerca de la comisura de los labios, me hizo un guiño y salió corriendo.
Yo me quedé estático por la sorpresa, luego sonreí como idiota; nuestra primer cita fue la más desastrosa que hemos tenido, pero también la más divertida y es la que más atesoro (después es la del compromiso), resumiendo fuimos al cine a ver una película de terror que ambos queríamos ver, estuvo bastante entretenida pero más entretenido fue ver a Akira resbalar con un charco de alguna bebida tirada en el piso y bajar rodando las gradas de sala donde estábamos desde la mitad hasta casi llegar a la salida, reí como desquiciado hasta que gritó “¡Deja de reír y ya vámonos, maldito!” no se había hecho daño pero estaba apenado porque todavía había gente. Luego fuimos a un parque medio vacío, allí hablamos y me pidió ser pareja, acepté e intentamos darnos el primer beso, pero de la nada apareció un perro gigante que se lanzó sobre Akira, ambos cayeron al suelo y… el perro intentaba “copular” con Akira (diciéndolo de manera moderada), no lo puede evitar y estallé en risas de nuevo, ni loco me acercaba; vaya y el perro también quiera “hacer algo” conmigo, llegó el dueño, se disculpó y se llevó al “enamorado de Akira”. Pasamos por un parque de diversiones, subimos a varios juego, ganamos algunos premios; una anciana intentó besar a Akira, al principio fue divertido pero luego me dieron celos y los aparté llevándome a Akira hasta un lugar que no detallé, lo tomé fuerte de la chaqueta que usaba “No debes dejar que nadie, más que yo te bese, ¿entendido?” y lo besé, lo besé como siempre quise besarlo, primero despacio para luego subir de intensidad, cuando nos separamos un flash nos distrajo; lo había llevado hasta un puesto de fotografías, la dueña nos tomó dos fotos: una besándonos y otra luego de terminar el beso, nos las regaló y nos fuimos, íbamos un poco lejos cuando escuché un gritito de esos que dan las fangirls y volteé a ver a la chica que nos regaló las fotos, estaba sonrojada viendo algo en su cámara “Fujoshi” pensé, seguramente le alegramos la noche y usaría las fotos para ganar dinero.
-_-_-_- … -_-_-_-
Desde entonces en todas las citas algo malo le pasa a Akira, pero eso las hace más memorables.
Ahora tenemos 21 años de edad, Akira es mayor que yo por días, y llevamos 4 años de noviazgo, dentro de unos meses nos casaremos y seremos una familia con nuestro pequeño o pequeña.
Tan metido en mis pensamientos vengo que no noté que ya estoy en la entrada del edificio donde se encuentra nuestro departamento, entro, saludo a todo al que me encuentro con entusiasmo, incluso al señor amargado que siempre murmura en contra nuestra cada que nos ve juntos, todos en el edificio y en nuestros trabajos saben sobre nuestra preferencia, no tenemos por qué ocultarlo o apenarnos si lo aceptan bien y si no también; ya estoy frente a mi puerta, la abro y con lo primero que me encuentro es… con Akira encima de Yuu forcejeando y Yutaka a un lado intentando separarlos, los tres gritan algo no logro entender.
Aún no han notado mi presencia tampoco hago algo porque la noten, esa escena es tan común entre ellos que no sé ni por qué me molesto, suspiro.
─ Ah… Bienvenido a casa, Kouyou. ─ me saluda saliendo de la cocina Naomi Yoshikawa, la esposa de Yuu desde hace tres años, sí, esta pequeña castaña mujer de 1.65 de altura y cuerpo menudo logró hacer que Yuu se amarrara a ella y tuvieran a una preciosura de bebé, de ahora 1 año de edad, llamado Toshizuo Shiroyama es una calca de su padre (físico) con la simpatía de su madre.
─ Eh, estoy en casa. ─ quito mi vista de los inmaduros de mis amigos, volteo hacia Naomi y Toshi, el bebé estira sus bracitos para que yo lo cargue, lo acomodo entre mis brazos y él pone su boquita en mi quijada “mordiéndome”, así saluda y yo sonrío.
Imagino a mi bebé ya en mis brazos haciendo cosas más tiernas, mi rubio y yo nunca hablamos acerca de tener hijos, pero ahora hay uno en camino; es un tema que debemos tratar sí o sí.
─ Vamos a la cocina, Takanori está ayudando a cocinar. ─ se dirige a la cocina, observo a los chicos ─ Dejemos a esos locos, en algún momento les dará hambre y dejaran de jugar. ─ la sigo y llegamos a la cocina justo cuando Taka está quitando las ollas del fuego.
─ Uruha, que bueno que volviste cuando Reita te vea dejará de hacer el idiota. ─ hace una mueca con sus labios. Entre los cinco nos inventamos ápodos desde nos conocimos, más o menos.
Naomi empieza a servir la comida en los platos y yo me siento en la mesa que se encuentra allí con Toshi sobre mis piernas.
─Tal vez, sabes que sigue siendo igual de idiota aunque me tenga al lado. ─ lo tres empezamos a reír y Toshi aplaude dando brinquitos.
─ Te dije que no lo tocaras, es que no entiendes y no es mi culpa que seas tan tonto. ─ hablando del diablo, se escuchan los otros tres acercándose a la cocina, al parecer Yutaka resultó el vencedor y los separó.
─ Los dos son un par de tontos, ¿Qué no piensan madurar? ─ pregunta Yutaka.
─ No. ─ la repuesta de Akira y Yuu.
Entran los tres a la cocina, están tan desarreglados como si un gato les hubiera saltado encima.
─ ¡Yuu! ─ todos damos un brinquito del susto ─ ¡Sabes cuánto tiempo tardé esta mañana en arreglarte y estás hecho un desastre en menos de tres minutos! ─ está muy molesta y tiene una mirada que si pudiera desintegraría a mi pelinegro amigo.
─ Aoi que mandilón eres. ─
─Seguro hasta los calzones te plancha. ─
Akira y Ruki como siempre molestando y riendo de los disgusto que Yuu le causa a Naomi.
Yutaka y yo tratamos de contener la risa, Toshi lleva su manito a su boca babeándola.
─ Discúlpame, cariño. ─ nos ignora, se acerca a ella y la intenta abrazar, pero ella voltea el rostro y lo ignora. ─ Oh vamos, es culpa de Reita. Él fue quien se me tiró encima. ─ apunta a mi novio acusadoramente.
─ ¿¡Qué!? Pero si tú…─
─ Ya basta, Akira. ─ lo interrumpo.
─ Bien. ─ dice de mala gana, lo observo fijamente ─ ¿Ahora qué? ─
Elevo una ceja y bajo la vista al bebé. ─ Nada. ─ juego con la manito libre de Toshi moviéndola de un lado a otro, puedo escuchar a Aoi rogándole a Naomi que lo perdone y a Ruki y Kai riendo, tratando de hacer que lo intentos de Aoi fallen.
Siento a Akira de pie a mi lado, carga a Toshi quitándolo de mis piernas, levanto la vista y veo que ahora lo carga Kai, mi rubio aprovecha para tomar mi rostro con una de sus manos para acercarlo al suyo que está a la misma altura, su torso inclinado y su otra mano sobre la mesa.
─ Creíste que no te daría la bienvenida cómo se debe, tontito. ─ susurra, su aliento roza mis labios, quiero responder pero aprovecha que semi-separo los labios metiendo su lengua en mi boca haciendo así un apasionado beso, cierro mis ojos y le respondo de la misma manera.
Pierdo la noción cuando él me besa, podría caer un rayo justo a mi lado y ni cuenta me daría. Me encantan sus labios, son tan suaves y cálidos, agresivos cuando quiere y esa lengua, esa lengua que me hace estremecer cuando roza la mía.
─ Oh, no. Consíganse una habitación y no coman frente a los pobres. ─ escucho gruñir a Ruki, Aki y yo nos separamos lentamente dejando pequeños besitos, mi rubio se coloca detrás de la silla y posa sus manos sobre mis hombros.
Naomi y Aoi también se separan de su beso, al parecer los ruegos del pelinegro funcionaron, Aoi acaricia la mejilla de la castaña.
Kai tiene el rostro de Toshi contra su pecho para que no vea la escena.
─ Bésense cuánto quieran, pero no lo hagan frente a Toshizuo, degenerados. ─ frunce el ceño.
─ Jé, Con lo pervertido que es Aoi seguro Toshi ya está acostumbrado, ¿verdad cosita bonita? ─ Ruki haciéndolo cosquillas al bebé.
─ ¡Cállate, Ruki! Si tanto quieres besos ahí tienes a Yutaka, que él te los dé. ─ sonríe con malicia.
─ ¡Cállate, labios de Bratz!─ sonrojado toma un par de servicios de comida y camina hacia el comedor que está por la sala de estar, el apartamento es algo grande, pero Aki y yo no sabíamos dónde ponerlo y lo dejamos allí.
─ ¿Por qué Yutaka besaría a Takanori? ─ pregunté confuso, no entendiendo y Kai se ve tan confundido como yo.
─ Por nada. Olvídenlo, chicos ayúdenme a llevar el resto de los servicios al comedor, ¿sí? ─ sonríe encantadoramente para que la obedezcamos.
Llegamos al comedor e iniciamos a comer en silencio. Taka y Yuu lanzándose miradas matadoras, de vez en cuando el pelinegro miraba a su esposa y el rubio menor miraba al otro pelinegro (Kai); Akira come con su mirada fija en mí y eso me pone nervioso, pues, es bien sabido que si no hablo durante la comida algo ha de pasarme y debe ser muy importante, ya que normalmente hablo hasta por los codos, como dicen popularmente.
Terminamos de ingerir nuestros alimentos, la castaña recoge los platos vacíos o con sobras y Yuu le hace caras graciosas a su hijo cuando me decido a hablar.
─ Chicos. ─ llamo su atención ─ Hay algo que debo decir. ─ hablo en general pero veo a Akira directo a los ojos ─
─ Pues, habla que ya nos tienes con la intriga. ─ Yuu.
─ Hoy fui a practicarme unos exámenes, ya saben porque Kai me obligo a ir, pero fui sólo porque son unos malnacidos que no quisieron acompañarme. ─ les reclamo.
─ Para eso tienes a Reita. ─
─ Me dio pereza. Además no era nada grave, ¿cierto? ─
─ No me gustan los hospitales. ─
─ Te hubiese acompañado pero tenía que resolver unos asuntos. ─
─ ¡Dejen de poner excusas y déjenlo hablar! ─ silencio ─ Bien, continúa Kouyou. ─
─ Gracias, Naomi. ─ hago una pausa y recorro sus rostro con la vista deteniéndome en mi rubio ─ Las pruebas dieron resultados positivo… ¡Seremos padres, Akira!... ¡Estoy embarazado! ─ mi sonrisa es tan brillante y reluciente como el sol del mediodía.
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Un frágil corazón ha sido lastimado (The GazettE, Slash, ReitaxUruha)
RandomÉl era todo lo que una vez consideró lo mejor, no era perfecto, nadie lo es... pero tenía algo que ante sus ojos lo hacía un ser que admiraba demasiado y lo amaba... Él fue al primero al que se entregó por completo, dio todo de sí por estar a su lad...