─ ¡Tú!─ grita de igual modo al percatarse de mi aparición─ ¿Qué haces aquí?─
─ ¿Tú eres el famoso "Gatito"?─ cuestionamos al unísono.
El hijo del señor Amano es pelinegro con el cabello atado en una moña, trae puesta una camisa negra de manga corta que deja apreciar una variedad de tatuajes a lo largo de su brazo izquierdo y antebrazo derecho, su estatura me sobrepasa por 3 o 4 centímetros, su complexión física casi se marca sobre sus prendas ajustadas, su rostro posee rasgos muy masculinos, sus ojos pardos son grandes y no tan rasgados como los típicos de un japonés; me analiza con la mirada, igual a como lo hago yo. Sus facciones me parecen haberlas visto antes, pero no estoy seguro.
─ Espera un momento.─ murmura─ ¡¿Le mencionaste ese absurdo e infantil apodo?!─ grita al señor Amano, un aura oscura casi puede percibirse─ ¡¿Cuántas veces te he dicho que no me llames así?! ¡Es vergonzoso!─ el mayor de los tres ríe a todo pulmón por el tenue rubor que ha tomado las mejillas de su hijo, yo evito reír.
─ Oh, vamos.─ se acerca a "Gatito", pone una mano bajo la barbilla y la otra sobre la cabeza, da caricias mientras ríe─ Maúlla como cuando eras niño y decías que eras un gatito roñoso para recibir mimos. Has "Nya~"─ no puedo seguir reprimiendo la risa al ver la expresión de Shinji, es tan graciosa que no tiene descripción.
Mis risotadas se combinan con las del señor Amano, me duelen las mejillas. Dejo de reír paulatinamente, la mirada pesada del otro pelinegro está sobre mí, me hace sentir incómodo y no me gusta, para nada, su expresión.
─ ¡Ya basta!─ de un manotazo aleja la mano de su padre, se incorpora, quedando de pie frente a mí. Como pensé, es más alto que yo.─ ¡Tú!─ apunta al señor Amano─ ¡Deja de ponerme en ridículo frente a personas desconocidas!─ le hace un gesto de burla y "Gatito" gruñe, yo río bajito, me imaginé a un gato encorvado con los pelos erizados y en posición de ataque─ ¡Y tú!─ ahora apunta hacia mí, con postura y tono amenazante─ ¿De qué mierda te ríes? ¿Acaso no te enseñaron a guardar respeto en casa ajena?
He ahí lo que me temía, empezamos con el pie izquierdo, me ve como un intruso; no debí reírme, si hubiese aguantado, tal vez...
─ ¿Qué a ti no te enseñé a mostrar respeto frente a los demás?─ regañó a su hijo, se irguió para posicionarse a mi lado y elevar mi mentón, no me di cuenta cuándo incliné la cabeza.─ Mira lo que has causado. Calma, Kouyou, no hagas caso de las palabras de este idiota.─ con los pulgares limpia un par de gotitas que luchaban por salir de mis ojos, chista mientras acuna mi rostro entre sus manos─ Te lo dije el día que te traje acá y lo volveré a decir enfrente de este necio.─ le lanza una mirada enojada, vuelve a verme─ Está es mi casa y la comparto con quién yo quiera, por lo tanto es tu casa también. Es mía, tuya y esos pequeñines.─ lo dice con una sonrisa, que me contagia, besa mi frente en un acto paterno.
─ Esperen, esperen, esperen.─ Shinji se acerca y nos da un leve empujón para separarnos pero, debido a mi gran barriga, trastabillo hacia atrás perdiendo el equilibrio; gracias al cielo, el señor Amano actúa rápido y logra atraparme antes de caer de bruces al piso, salvándome del daño que pudo causar.
─ ¡¿Qué te pasa, Shinji?!─ mi corazón late frenético por el susto─ ¡Está embarazado, maldita sea!─ me levanta, atrayéndome a su cuerpo─ ¡¿Cómo se te ocurre hacer eso?!─ el señor Amano está realmente enojado, soy consciente del daño que pudo haber, sin embargo no quiero que discutan ni peleen por mi culpa.
─ ¡Oh, dime que no es cierto! ¿Eso es obra tuya?─ apunta mi abdomen─ ¿Cómo pudiste papá? Incluso es menor que yo. No puedo creerlo.─ luce algo alterado.
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Un frágil corazón ha sido lastimado (The GazettE, Slash, ReitaxUruha)
AlteleÉl era todo lo que una vez consideró lo mejor, no era perfecto, nadie lo es... pero tenía algo que ante sus ojos lo hacía un ser que admiraba demasiado y lo amaba... Él fue al primero al que se entregó por completo, dio todo de sí por estar a su lad...