Cartas a Josh

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Qué es lo que se hace un sábado por la tarde?. Bueno las personas normales van de fiesta con sus amigos, salen de la ciudad y cosas así. Yo? Quedarme como una floja en casa, tengo especialidad en eso. Antes era noche de películas, comprábamos pizza, algunas sodas, chocolates, en fin, todo tipo de chatarra que nos inflaría en menos de lo que canta un gallo. Todo eso cambió cuando ella se fue, y luego todo eso terminó convirtiéndose en algo bobo para mi. Lo repetiríamos? Puede ser...

10:30 a.m,aún no podía creer que desperté a esa hora, en lo personal levantarse a esa hora es un pecado, por supuesto sin ofender a nadie. Bueno, creo que tenía una justificación. Después de regresar de la pastelería,  Stella comenzó una salvaje guerra de almohadas, la cual terminó a las 2 de la mañana. Bueno, si despertar a las diez y media era un pecado, a las 12:00 p.m era una pena de muerte. Mi hermana siempre se caracterizó por ser una de las más flojas de la familia, así  es de la FAMILIA.  Ella tenía todo de mamá, tanto que parecemos gemelas, pero lo único en lo que no se parece en lo absoluto es una hora de despertar. 

Me levante decidida a sacar a Stella de esa cama y lograr que hiciera algo productivo en su vida. Tomé una almohada y con mucho cuidado me dirigí a su habitación, sin duda lo que estaba a punto de hacer era mi lecho de muerte. Stella odia que la levanten, y más cuando es un sábado, pero correría ese riesgo. Entré cuidadosamente al cuarto de Stella, ella estaba allí como un lindo y pequeño bebe, sin preocupación alguna, a puesto que estaba soñando con su amor platónico Tyler Blackburn, lo siento Stella, Tyler tiene que irse....

BOOM! La bomba explotó. Stella se levantó furiosa y comenzó a perseguirme por toda la casa. Ella no estaba en sus 5 sentidos, obviamente estaba algo tonta pues estaba durmiendo, tenía mucho sueño y de repente llega alguien y boom, te clava una almohada en la cabeza. Podía escuchar como se tropezaba con cualquier cosa que estuviera en el camino. Mientras corría por mi vida estaba riendo como loca. Era gracioso verla de esa manera, pero se que me lo agradecería.

Stella: Ven acá Victoria! - Era lo único que me decía todo el tiempo

Me decía otras cosas como ''Te mataré'' y ''le diré a mamá''. Que miedo, una amenaza de Stella. Sus amenazas eran las más patéticas del mundo, no tenía un mejor argumento que decirle a mamá y matarme, al final del día no terminaba haciendo absolutamente nada, más que miedo, provocaba ternura, era como ver aun bebé, daba tanta gracia. Vi la oportunidad y me escondí en el baño, esperaría a que pasara por allí y la sorprendería. Segundo después ella pasó, corrí detrás de ella y me tiré encima de ella. Ambas comenzamos a reír. 

Stella: Eres una idiota - habló mientras las risas no dejaban de salir 

Victoria: Te hago un favor Stella, eres una gran floja! - reí - por eso saldremos a correr

Stella: Estás loca? casi es la una!, hay mucho calor, ademas, ya casi es la hora del almuerzo - me vió haciendo una mueca

Victoria: Bueno, como quieras - suspiré al saber que no conseguiría convencerla. 

Stella: Gracias por entender - se levantó del suelo al igual que yo. - iré a ducharme....

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Josh: Cariño, que harás hoy? <3

Victoria: No lo se, sabes que soy muy impredecible

Josh: Lo se, estarás con Stella?