El espectáculo era grotesco, pero poseía cierto encanto siniestro y delicioso. Una profunda admiración se dio paso en mi interior al momento de observarla durante la preparación de Ashley. La forma en la que cogió su rostro y tomó de él toda la piel que pudo extraer. ¡Wow!
Un balde de plástico fue el contenedor de todo aquello que tomó del estómago mientras acariciaba todo su interior de maneras en las que yo jamás podré hacerlo. ¡Y, diablos! ¡Lo que hizo con sus glúteos y sus pantorrillas fue poesía pura! Aún creo estar mirando los finos cubitos de carne que cortó de aquellas partes pulposas. Los hilillos de sangre ajada todavía corrían por su piel pálida mientras ella hacía cada corte; con tajos precisos y certeros.
Debo confesar que los olores que salían de la cocina eran estupendos y que, durante la cocción de esa carne obtenida de mi propia perversidad y deseo oscuro, la invitación de Holly a degustar de ella comenzó a pulular en mi interior, creando espasmos en lo más profundo de mi ser. Pero lo dicho, soy un hipócrita, un miedoso que no tuvo el valor para probar un platillo tan sublime como tétrico. Mi paladar no es tan valiente como yo habría deseado que fuera, y pese a que el estómago me daba tumbos mientras el olfato se excitaba cada vez más, tuve que decir no y rechazar el sugestivo banquete que Holly me colocó en frente.
Más tarde, cuando lo albores del amanecer comenzaron a hacer acto de presencia en el cielo, ella me entregó esta libreta de cuero, con la orden de anotar en ella todos mis deleites mortales. Tengo que hacerlo si quiero que ÉL cumpla con lo prometido a cambio de un considerable número de humanos asesinados en su nombre.
No tengo ni puta idea del cómo y por qué debo proceder de esta manera, pero tampoco tengo la más mínima duda al respecto. Holly dijo que el número de víctimas varía para cada persona.
Yo debo matar 20, y al parecer ella debe hacerlo con cuarenta y dos. Por mí no hay problema, podría hacerlo con cientos si fuera necesario y creo que yo saldría ganando siempre. Y aunque no me gusta asesinar a mis víctimas, es necesario que lo haga si deseo sentir nuevamente ese subidón de adrenalina. Ese resurgir a la vida que me provoca el estar en contacto con la muerte. Un mal necesario.
***
Nona se tumbó en la cama con el diario de Samuel aferrado a su pecho.
Se había dirigido hasta la alcoba de un modo deambulatorio, como si estuviera danzando y su compañero fuese ese diario de cuero negro. Quizás lo había besado con una sensación de temor reverencial en los labios. Quizás incluso le dio las buenas noches antes de permitir que el sueño terminara de hacerla suya. De alguna manera, Nona se sentía feliz de saber que el plan que había comenzado a fraguar y por el que se decidió a buscar a Samuel comenzaba a esclarecerse ante sus ojos. Exorbitante con la idea de que muy pronto lo vería materializado.
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Holly - Diario de una mujer caníbal [Completa]
Misterio / SuspensoSi tuvieras en tus manos el diario personal de una caníbal, ¿lo leerías? ¿Y si viene acompañado de un ente demoníaco? *** Holly Saemann es una mujer agradable que, habiéndose ganado la simpatía del pueblo de Oyster bay gracias a su apariencia amabl...