Colors {Camren}

~Capítulo 7~

-¿Estás segura de esto? -dijo Lauren con voz agitada.

-Me gusta cumplir mis apuestas -dije acercándome a su rostro, mis manos apoyadas contra la puerta, a ambos lados de Lauren.

-No quiero...

-¿Quieres que me detenga? -quise sonar indiferente, fallando miserablemente pues mi voz sonó herida.

-¿En verdad quieres esto, Camz? -preguntó con cautela. Esa misma pregunta había salido de sus labios apenas una hora antes.

~Flashback~

-¿Y si gano esto?

-Esta noche, soy toda tuya.

Esa respuesta, en circunstancias normales, jamás habría escapado de mí, pero debido a mi alcoholizada situación, mis pensamientos salían sin pudor alguno.

-¿Mila? -escuché a Dinah detrás de mí, su mano en mi hombro- Creo que debería llevarte a casa... Ahora mismo.

-¿Lista, Jauregui? -dije ignorando completamente la sugerencia de mi amiga, mis ojos concentrados sólo en Lauren, y en nuestras manos agarradas.

-¿En verdad quieres esto? -dijo Lauren claramente ansiosa.

-Fui yo quien lo propuso, por supuesto que quiero -adopté una mejor posición, quería terminar de una vez con eso.

Lauren tenía que ganarme.

Ally, Normani y Dinah miraban nuestra interacción, cada una con distintas reacciones.

-¡A este paso nunca van a iniciar! -chilló una voz bastante conocida. Adivinen quién más estaba alcoholizada... Sí, Chelsea- ¡Uno, dos, tres! ¡Comiencen de una buena vez!

A pesar de que la inesperada intervención nos tomó por sorpresa, fingí intentar estar haciendo fuerza contra Lauren. Pero al parecer ella hacía lo mismo.

Era obvio que yo no tenía ninguna intención de ganarle, observé que Lauren tampoco las tenía.

En verdad necesitaba que ella me ganara. Quería ser suya, por lo menos una noche.

-Vamos Lauren... -susurré de forma que sólo ella pudiera escucharme.

-Ni siquiera lo estás intentando -dijo en el mismo tono confidencial.

Mi pierna acarició con el dorso la suya, la poca fuerza que Lauren utilizaba desvaneciéndose por completo. Si yo hubiera estado haciendo tan sólo un poco de presión, en ese momento de flaqueza le habría ganado. Y esas, como ya he mencionado, no eran mis intenciones.

-No quiero ganar, Lern... -mi voz ronca de repente, mi mirada fija en sus labios.

Esas palabras fueron suficientes. Con un sólo movimiento de muñeca y un poco de presión, mi mano quedó contra la mesa.