Colors {Camren}

~Capítulo 11~

Lauren Jauregui y su familia viajaron a Disney en busca de unas bonitas vacaciones, cuando ella apenas tenía cinco años.

De regreso a casa, mientras Mike y Lauren cantaban las típicas canciones de viaje, Chris dormía, y Clara trataba de que la pequeña Taylor hiciera lo mismo, un camión a toda velocidad chocó directamente contra la parte derecha del vehículo.

El lado en que iban Lauren, su madre y hermana.

Mike y Chris sufrieron algunos cortes no muy graves, Lauren quedó inconsciente por un fuerte golpe en la cabeza, al igual que Clara, esta última cargando el cuerpo sin vida de la pequeña Taylor, que apenas era una bebé.

Los paramédicos no tardaron en llegar, tratando de reanimar sin resultado alguno, el pequeño cuerpo de la menor de los Jauregui. Clara fue llevada a emergencias por una posible contusión y el estado de Lauren Jauregui, en ese entonces, era desconocido.

Lauren fue intervenida pero los doctores no tenían muchas esperanzas de que despertara, contra todo pronóstico, lo hizo. Tres días después de la intervención sus pequeños ojos verdes se abrieron y desde ese momento los colores le fueron arrebatados, fue así como perdió la vista.

Clara despertó una semana después, todos esos días en los que estuvo inconsciente Mike tuvo que abrazar a la pequeña Lauren pues ella temía a la oscuridad, y ahora vivía en ella. Cuando Clara recibió la noticia de que Taylor había muerto de contado, parecía que iba a volverse loca, no comía y sólo pasaba llorando. Pero cuando se enteró de la ahora condición de Lauren, reunió las fuerzas necesarias para luchar por su pequeña hija, que ahora más que nunca necesitaba del cuidado de sus padres.

Esa es, en resumen, la historia de Lauren Jauregui.

Lloró entre mis brazos luego de contarme aquello, pues no estaba acostumbrada hacerlo. Siempre eran Ally o Normani las encargadas de contar su historia por ella y no con tantos detalles.

Cuando sus lágrimas cesaron quiso conocer un poco de mi vida, le conté sobre ella. Sobre como tuve que dejar mi país, con mis padres y mi hermana, y sobre cómo pensaba que en realidad iríamos a Disney. Sobre el mal trato que recibí al principio, por ser latina, y sobre cómo había perdido mi fe en Dios, cuando mi abuelo murió.

Hablamos durante horas, viendo las estrellas y comiendo de la cesta que el hermano de Lauren se había encargado de llevar, apenas unas horas antes de nuestra cita, mientras estábamos en el hospital.

Al final de la noche, hicimos el amor. No fue sólo sexo, esta vez no había alcohol de por medio (tomamos apenas dos copas de vino, así que no cuenta), y si nuestra primera vez había sido perfecta, esta no podía ni siquiera describirse. Me entregué por completo a Lauren y pude sentir que ella hizo lo mismo, ahora nuestros cuerpos eran tan conocidos, tan nuestros. Mi cuerpo era suyo y el de ella, mío.

Sus besos me transmitían aquello que yo ya sentía, amor. Las marcas ya no eran por puro deseo, ahora tenían un significado más profundo. Sus manos y sus labios fueron delicados en todo momento con mi piel, como si temiera dañarme, pero se sentía tan bien.

El sólo sonido de sus suaves gemidos lograba erizarme la piel, su tacto me hacía temblar y cada vez quería más de ella.

Lo último que recuerdo de aquella noche es a los preciosos ojos de Lauren y su voz diciéndome lo hermosa que era; estábamos agotadas, abrazadas la una a la otra y cubiertas apenas por aquellas sábanas blancas.

Desperté por un pequeño rayo de luz que empezaba a colarse en la cabaña, lo primero que vieron mis ojos fueron el universo verde de los ojos de Lauren, sonreí inmediatamente.

Seguíamos abrazadas.

-¿Camz? -susurró ella.

-Mmmm -murmuré y escondí mi rostro en su cuello. Ella rió dulcemente.