~Capítulo 41~

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Lauren inició sus sesiones para el preoperatorio la segunda semana de aquel 2018. Aquello consistía en estudios y pruebas. No para reeafirmarse como candidata a la operación, sino más bien para evaluar la mejor forma de operarla.

La acompañé a cada una de sus sesiones y, mientras esperaba, leía y releía los documentos sobre la investigación.

Era una total genialidad, algo que pensé no sería posible hasta un par de décadas después. La cirugía era mínimamente invasiva, no requería el rapar y "destapar" el cráneo como muchas, casi todas, las cirugías neuro-oftalmológicas. La recuperación apuntaba ser de apenas unos días y, de hecho, el tiempo de observación posterior a la operación parecía más largo.

Cuando me convencí de que aquello podría realmente funcionar, mis esperanzas se igualaron a las de Lauren.

-No es necesario que faltes este semestre, Lo -dije acercándome a ella mientras se lavaba los dientes, llevando el folleto de la cirugía en mis manos- Podrías saltarte el segundo mes y...

- ¿Perder el semestre? -negó tras escupir.

- No lo perderás... Necesitas menos de dos semanas...

- ¿Sigues leyendo eso? -una sonrisa se formó en sus labios, ella decía que me había obsesionado con el tema.

-Es educativo -rodeé su cuello con mis brazos y planté un suave beso en sus labios- Vamos a la cama, mañana desayunaremos con las chicas.

- ¿Dónde? Y... ¿Cuándo lo planearon? Olvidaron incluirme...

-A esa cafetería italiana que abrieron frente al boulevard -la besé de nuevo- Hace un par de horas -y nuevamente- Y no olvidaron incluirte, yo la organicé...

- ¿Y eso? -ella arqueó una ceja.

-Es hora de que le comuniques a tus amigas la noticia -ella hizo una adorable mueca- ¿O esperas que se enteren cuando sea capaz de describir la ropa que estén usando?

-Es exactamente lo que había planeado -ahora ella me besaba e iba dirigiéndonos a la cama.

-Lauren...

-De acuerdo, pero tú empezarás con aquello de "Lauren tiene algo que contarles", ¿Okey?

Así lo hice y cuando todo fue dicho, las reacciones fueron las esperadas.

- ¡Oh Dios mío! -exclamó Ally uniendo sus manos en oración.

- ¿Qué? -alcanzó a decir Normani en un hilo de voz.

- ¿No podíamos bromear en un horario menos de madrugada? -cuestionó Dinah, su rostro era una mezcla de consternación e incredulidad.

-Son las diez de la mañana...

-Aquí sí, en la Polinesia Francesa son las cinco... Me rijo por esa zona horaria...

-Dinah... -era Lauren, con una sonrisa.

-No... Que si esto es enserio, empezaré a llorar.

No mentía. Cuando Lauren me pidió que explicara los hechos, la emoción de Dinah se materializó en un par de tímidas lágrimas.

Ally se unió a ella y Normani no paraba de sonreír. Habían sido tantas las veces que compartía una mesa con esas cuatro chicas, pero nunca antes habíamos gozado una alegría tan grande como esa.

De repente, la vida parecía tener colores más hermosos y brillantes.

Los días posteriores todas juntas acompañamos a Lauren a sus sesiones y chequeos, a pesar del poco tiempo con el que todas contábamos por la llegada del nuevo semestre. Claro que no éramos las únicas en llenar la sala de espera, pues Chris y Clara habían dejado Washington y no regresarían allí hasta que Lauren estuviera completamente bien.

Colors {Camren}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora