Kilómetros

Precipicio

Al terminar el verano de mis catorce años, toqué fondo.Había llorado muchísimo y me había emborrachado por primera vez.No lo hice por diversión, lo hice porque ya no sabía qué hacer conmigo.No vomité (menos mal) y cuándo terminó la fiesta volví a casa.Mi madre me abrió la puerta y ni la miré a los ojos, sólo quería ir a dormir y terminar ya el día.
Me quité la ropa y me acosté de espalda a mi cama, por una vez me imaginé qué era un precipicio.Perdí el miedo a la muerte y no tenía nada bueno a mi lado.
Las malas amistades me influyeron mucho, hoy puedo contar qué pasé tardes al lado de personas qué se drogaban y si pudiera volver atrás ni me acercaría a este tipo de personas.Pero lo hice y vi cosas qué una chica de catorce años no tiene qué ver ( o eso creo).
Un día tuve una discusión muy fuerte con mi madre y perdí el norte.Se me acumuló todo y ya no tenía ganas de nada.No entiendo cómo pude llegar a ese punto, pero al estar tantas horas en mi habitación con mi móvil me hizo demasiado daño.Me hizo daño porque no hacía más que buscar chicas con cuerpos perfectos y personas suicidas.Y me estaba influyendo mucho en mi día a día ya que eso hacía que estuviera más triste y con otros pensamientos.
Había empezado a ver en internet fotos de chicas donde salían con cortes en sus brazos y de allí empecé a entender que había personas que se autolesionaban.Las veía, pero nunca sentí la necesidad de llegar a ese extremo hasta aquel día que me peleé con mi madre.Esa experiencia me marcó, lo peor es que no me dolió nada y no sirvió para nada, mis problemas seguían y sólo lo había hecho para llamar la atención.Sólo quería que la relación con mis padres mejorara y que las cosas me fueran mejor.