Mis Secretos Sexuales

Siete Meses.

«Hoy ya me voy amor y deseare que tengas un buen viaje y no lloraré, porque se bien que yo intenté quererte.» Kany Garcia.

Hoy es el gran día, me siento extremadamente nervioso, pero lo haré.
Mi hermano y mi madre me dieron un gran sermón y no está de más, aún somos jóvenes, tenemos un gran camino por recorrer, pero no me importa, estoy decidido a pasar el resto de mis días junto a ella.
Ya veo el panorama, ella y yo en un apartamento, haciendo trabajos de la universidad, viendo televisión juntos, cocinando para ella y ella despertándome con un café en las mañanas, bañarnos juntos, salir a nuestras labores y volver simplemente para ver su tierna sonrisa, dormir abrazados y hasta criando una familia.
Sí, suena un poco cursi la idea, pero es el futuro que quiero con ella, además, ¿por qué no hacerlo? Si hasta el mismo destino nos juntó nuevamente.

Son las tres de la tarde, acabo de llegar de la universidad para ultimar detalles.
Llamo al restaurante para confiar la reservación.

«Sí, mesa para dos, todo el paquete.»

Llamo a la floristeria para tener un buen ramo de flores.

«Sí, el que tiene rosas blancas y rojas.»

Llamo a mi amigo el musico, para confirmar su participación.

«Mira porquería como no te presentes con una pinta decente te devuelvo a madrasos.»

Ya tengo todo preparado, la cena, la musica, las velas, las flores, el vino y lo más importante, la sortija.

Soy algo estricto con el tiempo, bueno para mi propio beneficio, soy algo impuntual en cuestiones que no requieran mayor importancia.
Tengo todo mi tiempo cronometrado, cada minuto vale en este día, estoy algo estresado por eso, pero no me daré mala vida.
Mi madre me ayudó a preparar la ropa, eso me deja algo de tiempo para preparar mejor las cosas.
Llamo a mi muñeca, ella me contesta algo cansada, hoy es día de universidad y clínica, también puedo sentir su estrés.

«Hola amor ¿como estas?» pregunto.

«Hola, cansada ¿y tú?» responde.

«Yo bien, algo cansado y un poco estresado, pero bien.» digo.
«Hermosa, salgamos a comer esta noche.» agrego.

«Mmm... ¿a donde?» pregunta.

«No importa donde, yo paso por ti vale.» respondo.

Escucho un suspiro a través del telefono y después su voz.

«Vale, te llamo antes de salir.»

«Vale hermosa, te amo.» dije.

«Yo también.» respondió.

Sentí su voz cansada, estresada y aburrida, debe ser un día pesado para ella.

Me siento frente al espejo a ensayar mi discurso, inhalo, exhaló y recito:

«Amor, hoy es un día especial y no lo digo porque hoy cumplimos siete meses de relación, sino también porque siento que eres lo más hermoso que me ha pasado en la vida. Encontrarte fue el golpe de suerte más importante de mi vida, pues gracias a ti me he convertido en una mejor persona, en alguien que quiere vivir eternamente a tu lado y ser alguien en la vida, en tu vida más que nada.
Me gustaría hacer trascender esta relación a un plano más alto, a un plano donde el compromiso y la responsabilidad crezcan.
Muñeca, ¿Te gustaría formalizar esta relación y formar una familia junto a mi? ¿te casarías conmigo?»