Me soltó los mofletes y me acomodé en su cama, muy cómoda.
-Bien, dracula- dije- ¿cuál es la verdadera razón de que estés aquí?
-¿Dracula?- preguntó. Señalé a toda su cabaña, la cual era más negra que mi pelo- Aaah, ya... ¿Y cómo que "la verdadera razón de que estés aquí"?- hizo comillas.
Era bastante obvio que mentía. A demás, mi madre es la diosa de la mentira, duh, puedo detectarla. Soy la chica detecta mentiras... Creo que tengo un radar o algo. Me cruce de brazos y levanté una ceja.
-Nico- dije firmemente.
-¿Tanto te importa?- preguntó, como si no se lo creyera.
-Si, eres mi amigo, ¿no?- dije en tono obvio.
-Aún así no tiene explicación de por qué has entrado por mi ventana.
-¿Prefieres que te cuente por qué he entrado por la ventana o una cosa muy importante?
Espera ¿qué hago? ¿Qué se supone que es esa cosa importante? No tengo nada así importante que quiera contarle... Lo de Will... No, no puedo contarle lo de Will. Aunque dentro de mi quería contárselo. Pero no podía, sería una mala amiga. ¿Qué me pasa? Yo soy una tía leal y fiel a mis promesas y, aunque se una tontería, le había prometido a Will que no se lo contaría a NADIE.
Iba a abrir la boca pero iba a salir lo que me había contado Will, así que la volví a cerrar. Me miraba esperando una respuesta a "esa cosa importante". Levantó las cejas y se cruzó de brazos.
-Ejem... ¿Qué cosa?- preguntó.
-Eeem...- conseguí decir. Jugué con mis manos y mi pierna empezó a moverse involuntariamente- Tengo que irme- y me dirigí a la ventana.
-¡Espera! ¿Qué cosa importante era esa?- exclamó. Me subí a la ventana y me planteé saltar sin más, pero aquel árbol de en frente era muy bonito- ¡Cat!
-Yo... Eh... Adiós- salté al árbol y empecé a descender, mientras escuchaba los gritos de Nico. Llego abajo.
-¡Eres una mala amiga!- grita desde arriba. Me quedé paralizada. ¿Era una mala amiga?... Aunque, también puede ser eso que he visto en las películas y lo dice en broma... Y también puede que no lo diga en broma.
Sacudo esa idea de mi cabeza y empiezo a andar hacia mi cabaña.
Ya era de noche, pero todavía se veían campistas (los pocos que había) paseando.
¿Qué me había pasado antes? Yo no era así. No era de esas perras que iban contando los secretos de la gente por ahí. Era ilógico. Puede que Nico no sea el único que piense que sea una mala amiga... ¿Qué pasaba si lo decía en serio? ¿No me perdonará? ¿Qué hubiese pasado si se lo contaba? ¿Le habría hecho un favor a Will o me hubiera tachado de chismosa?
Esto tenía que ser por lo de empezar a ser mestiza. Yo no he pedido serlo. Mucha gente lo verá como un don. Pero yo lo veo como una tortura. Estaba a medio camino de mi cabaña... La de Eris. Como la odio. Ella me ha hecho esto. ¿No podía ser hija de Hecate o de Atenea? Algo normal... Pero tenía que ser hija de Eris. Y que la gente me tache de mala amiga...
Eres una mala amiga.
Espera... Esa no era mi voz y aún menos la de Willy. Aquella voz que sonó en mi cabeza no debía estar ahí. ¿Ahora también soy esquizofrénica?
No... No lo eres- dijo la voz. No sabía si era de chico o de chica, ni tampoco pude calcular su edad media- No eres esquizofrénica... ¿Qué pasa? ¿Tienes miedo?- rió burlante- Creí que tu no tenías miedo... Si no que la gente tenía miedo de ti... Irónico ¿no?
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Princesa de las sombras
Fantasy- Marginada - Bicho Raro -Manipuladora -Maláka (gilipollas) -¿Qué me has llamado? -Oye, que no sea hija de Atenea no significa que sea idiota. ---------------------------------------- Si ser una semidiosa es raro, se puede mejorar. Esta es mi histo...