POV CAT.
Mi vida se desmonoraba por momentos.
Ya no tenía frío, pero tampoco tenía ganas de hacer nada. Me sentía débil, a lo mejor lo era.
Quione se había pasado todo el rato que peleaba contra ella diciendo eso: Eres débil, una mera marioneta de Eris, una más. No eres gran cosa, Cat, no vales la pena.
Creo que lo que más me dolió fue que aquello no me entristeció, no me llegó, no lo sentí.
Damian apareció a mi lado en cuestión de segundos, protegiendome de la diosa. Había acudido tan rápido que casi no me lo creía. Y peleaba muy bien, todo hay que decirlo.
Y... Ahora... Viéndole desangrándose en el suelo junto al cuerpo de Aileen... Me sentía confusa, triste y quería venganza... E iba a tener venganza.
Damian, había perdido un brazo, el derecho, por el impacto de la masa de hielo. Estaba sujetando a Aileen, la cual le había apartado y se había llevado ella el impacto, muriendo aplastada.
Estaba aterrorizada. Aquella... Hija de Umbridge... Habia matado a Aileen, la había aplastado como un triste gusano y a Damian, le había arrancado un brazo.
Me giré furiosa hacia la diosa que miraba con superioridad a todos desde aquella rama. Casi no podía controlar mi poder y se me escurría entre las manos. Me sentía tan impotente y llena de ira.
Dylan sujetaba a Damian y enseguida Cam y Bon vinieron a por Damian.
Quione quiso ir hacia ellos, pero no se como una flecha pasó delante de mis ojos hasta clavarse justo delante de las narices de esta.
Me sorprendí a mi misma al descubrir que aquella flecha era mía. Estaba tan sumida que me limitaba a luchar.
-¿Qué crees que haces, estúpida semidiosa?- gruñó Quione.
Sonreí de lado, mostrando que no la tenía miedo, aunque las rodillas me temblaban.
-Baja de esa rama y pelea- la reté bajando el arco- ¿o es que tienes miedo?
Quione, molesta, bajó de la rama y se hundió unos centímetros en la nieve, la cual a mi alrededor era más marrón que blanca.
-Insolente- dijo y me lanzó más de su dichoso hielo, pero no llegó a alcanzarme ya que una muralla de nieve se había levantado delante de mi.
Desvié la mirada al creador de aquella pared, que se desvaneció en cuestión de segundos.
Dylan se posicionó a mi lado mirando fijamente a Quione.
-¿Hijo?- preguntó con horror al descubrir que su propio hijo estaba contra ella.
-Madre- convino él.
Quione parecía apunto de estallar. ¿Qué le rondaría por la cabeza a esa descabellada diosa?
-¡No podéis vencerme!- gritó.
-¡Claro que podemos!- replicó Dylan en el mismo tono- Soy Dylan O'Neil, hijo de Quione y descendiente de Erebo, luché contra las dracaenas de París, soy el ladrón de Londres, la gente temblaba al oír mi nombre. Batí en duelo a Hermes, al cual gané. Puedo derrotarte a ti también.
No sabía que decir, eran demasiadas cosas de golpe y mi cabeza no podía asimilarlo.
Quione rió socarronamente.
-La nieve está de mi parte y estamos en la nieve, estáis en mi territorio. Jaque, no tenéis nada que hacer. Dejad de hacer el imbécil y aceptad la realidad.
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Princesa de las sombras
Fantasy- Marginada - Bicho Raro -Manipuladora -Maláka (gilipollas) -¿Qué me has llamado? -Oye, que no sea hija de Atenea no significa que sea idiota. ---------------------------------------- Si ser una semidiosa es raro, se puede mejorar. Esta es mi histo...