Destruyendo Palacios a la vieja usanza

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POV CAT

Damian era raro, andaba raro y me miraba raro. Me miraba de forma diferente y eso me hacia sentir incómoda, como si quisiese algo de mi. ¿¡Qué quería?! ¡No tengo chuches! Al principio pensé que yo estaba delirando y que en realidad, miraba así a todas. Pero según avanzaba el viaje me daba cuanta que a mi era a la única persona que miraba como si fuese comida: con grandes ojos y sonrisa de tonto. ¡No soy comestible! La mejor parte fue cuando me puse el vestido... Expulsaba más baba que un bull dog. Donde yo estaba, allí se encontraba Damian.

Yo ya me olía algo raro entre esos dos individuos. No era normal... No se cómo explicarlo, pero llevo toda mi vida rodeada de humanos o mortales o como prefiráis y, más el entrenamiento en el campamento, he aprendido a diferenciar entre mortal y semidiós. Por desgracia, no pude utilizar mi poder de saber que era en realidad algo, eso en lo que pongo los ojos en negro. No lo utilicé, básicamente, porque no me apetecía que pensaran que me había poseído el diablo, no quería que llamasen a un sacerdote y recrear la película de 'La niña del exorcista'. Todo quedó en resumidas cuentas; no son mortales. Pero, no tenía la certeza necesaria para preguntar o hacer cualquier otra cosa.

A parte, sentía su aura, no tenían frío, su color de pelo y de piel no eran normales... En fin, múltiples cosas que me decían que no eran mortales.

Pero si Damian me ponía nerviosa, Aileen hacia que me tirase de los pelos. Tan fría como un témpano. La forma calculadora y asesina que nos echó a todas antes de montarnos en su coche, no era normal, venía acompañado de un cartel gigante que rezaba: CUIDADO, VOLVED A CASA, IDIOTAS. Como no le hicimos caso, aquí estamos.

-Papa, ce sont des déesses qui sont venus du camp métisse- dijo Aileen en un perfecto francés. (Traducción: Papá, estas son semidiosas, vienen del campamento mestizo) Bóreas se acomodó en su asiento de hielo y dejó escapar un pesado suspiro.

-Demigods autre? à lourd- dijo con pesadez el dios. (¿Más semidioses? Que pesados)

La verdad es que no me enteraba de nada. Di sólo dos años de francés y luego me rendí. El francés era un idioma muy difícil, con muchas normas y bla bla bla. Me parece perfecto para quién le guste y lo entienda. Y la verdad, espero que Cam o Bon sepan de que están hablando. Aileen suspiró y se giró para vernos.

-Mi padre dice que no tiene nada que vosotras queráis- tradujo. Bóreas sonrió satisfecho, por haber ganado esta batalla. Bueno... Eso aún está por verlo.

-Pero... Si ni siquiera sabe que queremos- intervino Bon. Cam se adelantó y con toda la gentileza que pudo reunir dijo.

-Bonjour, madame , de bons navires (Hola, señora, buenos naves)- yo, que no sabía francés, estaba casi segura que eso estaba mal dicho- Tu suis molto bello... Aaah... Ya ya ya.. nous voulons savoir où trouver Quione (Nosotras querer saber donde encontrar Quione)

Me giré para ver a Bon, la cual parecía pensar igual que yo: Cam no tenía ni idea de francés.

-Verás- empezó a hablar Bóreas con un pronunciado acento francés- No soy una chica, soy un chico y, segundo, ¿por qué queréis saber dónde encontrar Quione?- imitó a Cam.

Por muy dios que fuese y que estuviese sentado en un trono de hielo, algo me decía que él tampoco sabía donde se encontraba Quione. A parte, si lo supiese no nos lo diría o nos haría pagar un alto precio para saberlo. El caso, no iba a ser fácil saber donde se esconde la diosa de las nieves.

-Pero debemos saberlo, tenemos que encontrarla- inquirió Bon.

-Bonnie Stilinski- dijo Bóreas- hija de Poseidón. ¿Por qué te interesa saber donde se encuentra mi hija?

Princesa de las sombrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora