Diario de una Chica Solitaria.

Epílogo

Maratón 3/3

25 de Abril del 2020, 2:23pm

Corría sin rumbo por las calles estrechas de Seattle, sintiendo que mi vida se iba para abajo con cada paso que daba.

¿Qué pasa cuando las personas que más querías te dan la espalda? Cuando tus familiares ni quieren verte y tus amigos están a kilómetros de tí. Cuando sientes que ya no puedes tener mucho peso en ti, e intentas soltar un poco en alguien más, pero no tienes con quien hacerlo, es en ese momento en el que te das cuenta de que los pocos que te escuchaban se han ido.

¿Qué pasa cuando la soledad es tu única compañera? Y, aunque tengas compañía, no sientes que de verdad estén allí, no sientes que de verdad hay alguien diciéndote "aquí estoy para ti" porque en realidad no tienes a nadie, tu única compañía es el sonido del viento.

¿Qué pasa cuando, finalmente, eres una chica solitaria?

La peor llamada de mi vida era la que acababa de contestar, y aún seguía pensando que esas palabras no eran una realidad.

Mis padres habían muerto en un accidente de tránsito gracias a un hijo de puta que no pudo aguantarse una luz roja.

Estaba destrozada, totalmente descoordinada, mis pasos por las calles pronosticaban que podría derrumbarme en cualquier momento si me descuidaba.

Y eso haría, pero necesitaba correr al lago Union, el cuál me recordaba a todas esas veces en que caminaba con mi madre alrededor de él o platicaba con mi padre sobre las trivialidades de la vida mientras lanzábamos piedrillas en él.

Lo peor del caso era que mi tía Magoryon (única tía por parte de papá) estaba feliz por la muerte de estos, ya que podría obtener la herencia que yo no por mi menoría de edad. 

Me daban tremendas nauseas su horrible forma de pensar.

¿Porqué las personas se enferman tanto por el dinero? Este, aunque nadie lo creyera, era siempre el causante de los problemas mundiales, la avaricia y toda la escoria del universo económico y social, ¿porqué el humano es más apegado al dinero que a su misma familia?

Yo, Hillary Bond, estaba totalmente en desacuerdo con los planteamientos "naturales" que debíamos tener los humanos. Nuestra"esencia" es la que causa los problemas cotidianos de los cuales cada día nos quejamos, pero que también negamos cometer.

Los seres humanos somos personas imperfectas que fingen ser perfectas.

Y por esta razón, a veces, me daba asco ser humana.

Al llegar finalmente al lago Union me tiro en la orilla a terminar de sacar las lágrimas que me quedaban.

No era nada fácil pensar en una vida sin mis padres, mis únicos amigos y confidentes, las únicas personas que llegaban a entender mis raros y extraños pensamientos. Los extrañaría más de lo que pensaba.

Mi madre, una apuesta contadora, era muy conocida por haber estudiado en el Seattle Tech, por haber sido una alumna excepcional en la clase de matemáticas y por haber creado un balanceo beneficiario en la economía actual del continente americano.

Mi padre, un gran arquitecto de primera, también había estudiado en el Seattle Tech, siendo también excelente con el tema de la matemática, conociendo así a mi madre, empezando un hermoso amor con ella y, de allí, salgo yo.

Una chica ordinaria con talentos tan ordinarios como comer, dormir, respirar y tratar de prestarle atención a las clases de geografía.

Lo mejor de todo esto era que, aunque ellos fueron personas extraordinarias y excepcionales, nunca me trataron como un estorbo o alguna basura sobrante, nunca creyeron que era idiota o algo por el estilo.