16. Un Amor Masoquista

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4 de Julio del 2016

Diario de una Chica Solitaria:

Dime que soy muy repetitiva con el tema, pero sabes que tú eres la única forma efectiva para escapar de la soledad, así que lastima por ti "Querido Diario".

Hace unos días, en la pijamada que hice con las muchachas, hablábamos sobre nuestros amores literarios (tú sabes, lo típico en nosotras las lectoras-escritoras), cuando salió el tema de nuestros amores platónicos, nuestros amores pasados, y lo que yo llamaría, nuestros amores masoquistas.

Esta vez no tendrás una descripción detallada, hoy quiero hacer algo diferente.

No, no se trata de un poema. Y no, tampoco de alguna de mis ideas para historias.

Hoy, después de muchos años, he decidido escribirle a él.

¿Porqué? El simple hecho de que pienso que así podrás saber a que me refiero con eso de amor masoquista.

Lo se, él no va a recibirlo ni voy a arrancar la hoja para entregárselo, en realidad lo escribiré para él, más no se lo mostraré (y aunque quisiera mostrarselo, él ya esta muy lejos para hacerlo).

Pero en fin, aqui vamos.

"Querido Amor Masoquista.

¿Pensabas que no te recordaba?

Pues créeme que cuando te digo que quedaste grabado en mi memoria eternamente, lo hiciste.

Ya sé que tú no me recuerdas mucho a mí, así que empezaré desde el principio, con tranquilidad, con exactitud, para que no te pierdas ni un detalle de como caí en tu estúpido amor.

Recuerdo que todo fue gracias a un trabajo de matemáticas.

Yo era terrible en ese tema, odiaba demasiado sacar cálculos que me parecían innecesarios, porque nunca más los utilizaría en la vida, es decir, ¿para qué las ecuaciones complicadas si lo único que debemos hacer en la vida es sumar, restar, multiplicar y dividir?

Pero tú eras todo lo contrario, tú lo amabas, amabas sacar esos cálculos innecesarios, amabas toda esa rareza. Nunca entendí el porque, no sabía si era porque tú eras raro o porque te gustaba de verdad la matemática.

Bueno, el profesor nos puso como pareja en ese trabajo. Cuando te nombraron yo ni sabía de tu existencia y tú mucho menos de la mía.

¿Recuerdas ese momento en que me encontraste y preguntaste mi nombre? Ahí fue cuando me viste por primera vez.

Recuerdo que pensabas que era algo amargada al principio, pero luego me trataste mejor, empezaste a ponerme apodos cursis que yo sinceramente odiaba, ¿pero sabes qué me impactó? Que alejabas a la soledad por buenos ratos.

Eso realmente me impactó.

Me impactó la manera en que me tratabas, en que me saludabas, cuando me hacias reír con tus palabras, con tus ocurrencias, todo tú me impactó, ¿y quién diría que también ne impactó la manera en que me abandonaste?

Recuerdo el día en que me dí cuenta que me traías loca irónicamente de amor.

Había tomado mi tiempo para tomar la decisión de confesarte mi supuesto amor.

¿Porqué digo supuesto? Porque era una niña solitaria, una niña que deseaba tener algo de luz y felicidad, una niña que creía que el primer amor podía ser el único y entiendo que ella haya pensado que tú eras el amor de su vida, por la manera en que la tratabas, ella cayo rápidamente. Eso es lamentable ¿no crees? Porque tú no sabes cuan doloroso fue para esa niña la reacción que tomaste ante su declaración.

Es decir, en resumen, tú no hiciste un carajo cuando ella se te declaro.

Así que determine después de tanto años, que tú eres mi amor masoquista.

Por tu culpa lloré, reí, amé, me lastimé, pero más que todo lloré, porque nunca me dijiste "tú también me gustas", o "Lamentablemente no me gustas", sólo me besabas para dejarme sin palabra.

Fuiste muy egoista, pero aún así te quise, aún así te ayudaba, aún así te aconsejaba, yo aún así te amaba, y lo peor es que quizás aún te amo.

Fuiste muy cruel, porque nunca me dijiste que sentías, porque para tí yo era un simple juguete, porque nunca demostraste algo, nunca demostraste amor verdadero.

Fuiste un completo idiota, porque a veces me dejabas con ganas de un beso aunque fuera en la mejilla, me dejabas con ganas de esos abrazos que en realidad me partían, con ganas del toque de tu mano que tanto quería, tú siempre me dejabas con ganas de más.

Recuerdo esas veces en que yo me ponía celosa por las chicas a las que tratabas igual a mí, las besabas, las abrazabas, las tocabas, obviamente nunca te lo decía porque ¿qué podía decir?

Eres un mujeriego, un rompe corazones, un mentiroso, una escoria, un idiota, tú eres toda la mierda que yo pensaba que no eras.

Recuerdo que por momentos quería creer que tú eras diferente, pero no era cierto. Quería creer que tú me amabas, pero no era cierto. Quería creer que por lo menos te preocupabas por mí, pero nuevamente nada de esto era cierto.

Aún no puedo creer lo masoquista que fue mi amor por ti, porque ahora se que tú en realidad no querías nada de mí. No te preocupabas por lo que me pasara, nunca lo hiciste, si lo hubieras hecho al menos lo hubieras demostrado, y cuando digo demostrar quiero decir con algo más allá de las caricias y los besos.

Aún no puedo creer cuanto te amé y quizás te amo, pero ¿sabes qué? No diré que te amaré, porque no lo haré. No lo mereces, ya no mereces más de mis lágrimas, de mis lamentos, de mi amor masoquista, tú no mereces nada de mí, a partir de hoy, no mereces nada.

Aunque si soy totalmente sincera, estoy realmente confundida, siento que entraré en la demencia por pensar mucho en ti, todo el tiempo me lo pregunto "¿porqué te tengo en mi mente?". Ya no deberías estar aquí, deberías irte, y no hablo de irte de mi presencia, porque de todas maneras ya lo hiciste, hablo de que te vayas de mi cabeza, de mis pensamientos, de mi corazón.

¿Porqué sigues aquí? ¿Qué haz hecho para que yo te quiera así? ¿Porqué me haces ser tan masoquista conmigo misma?

Ya no quiero tenerte aquí, es la verdad... Es decir, si quisiera que estuvieras aquí, pero no lo estás, así que prefiero que te vayas por completo.

Así que si te fuiste ya, por favor con todo el odio del mundo, ven a recoger esta gran parte de ti, la gran parte que quedó en mi mente y mi corazón.

Y para que te vayas con ganas te diré que algún día amaré a otra persona que no seas tú, y no será un amor masoquista, a esa persona la amaré de verdad, le daré todo de mí, le daré hasta mi alma y mis últimas ganas de amar, lo prometo, y ten paz que yo si cumplo mis promesas.

Algún día dejaré de pensar en este amor tan masoquista.

Con "cariño"

La persona a la que le rompiste el corazón."

Trinity.

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