DELIRIO

Capítulo 7

La traición, es el arma más vil que se clava en el alma, es la potencia necia que no derrama sangre, la herida es mortal y por fuera no hay nada, pero es el corazón el que se muere callado en la masacre.

Te quita tu honor y te crecen los cuernos, tira a la basura tu nombre y tu orgullo. No sabes cómo reaccionar ante tal cruel suceso, algunos se esconden del mundo lamiendo sus heridas en la soledad mientras otros gritan su dolor a viva voz sin importarles quién o quienes se den cuenta de aquel martirio, pero ella era de las que guardaban silencio mientras las lágrimas caían tan ásperas como una lija.

Sus grandes lentes de sol ocultaban sus ojos hinchados y enrojecidos. No podía creer lo que estaba pasando, lo que a ella le estaba pasando. Le había entregado todo a ese hombre, se había entregado en cuerpo y alma y había luchado con todas sus fuerzas por hacerlo feliz, sin embargo no era suficiente, nunca iba a ser suficiente. Se sentía mareada y asqueada, recordar lo que había visto le provocaba unas inmensas ganas de vomitar, se tapó la boca ahogando una arcada mientras sin darse cuenta donde estaba se dejaba caer al suelo sollozando con fuerza.

No podía más, no quería más, definitivamente el precio para cumplir su sueño era demasiado alto para ella, había luchado y lo había intentado... solo quería estar en paz.

Quizás todo era culpa de ella, quizás la vida le estaba haciendo pagar todo el daño que ella había causado con anterioridad. Mientras lloraba desconsolada escondió su cabeza entre sus piernas, mientras algunos curiosos la miraban intentado buscar una explicación.

André: ¿Laura?

Acababa de salir de la empresa, después de todo lo acontecido necesitaba respirar aire fresco, necesitaba pensar y aclarar sus ideas y también sus sentimientos. Se había dispuesto a caminar cuando la vio sentada en el suelo con la cabeza entre sus rodillas llorando desconsolada.

Sin pensarlo dos veces se dirigió a paso rápido hacía Laura.

Ella no levanto la cabeza, más bien su llanto se hizo aun más profundo

André: -agachándose- ¿Laura?

Laura: -llorando sin levantar la cabeza- Déjame

André suspiro cansado, era obvio que no la iba a dejar ahí llorando de aquella forma, a pesar de los reclamos y las patadas e insultos, este la levantó entre sus brazos indicándole a uno de los guardias de la empresa que trajeran su carro de inmediato.

Laura: -golpeándolo- ¡Suéltame! ¡Te dije que me dejaras en paz maldita seas André Castelli!

André: -subiéndola al carro- Maldíceme todo lo que quieras Laura Frisseen, golpéame todo lo que quieras pero no te voy a dejar sola ¿entiendes?

La muchacha no lo miró

André: -girándole la cara- ¿me entiendes?

Ella se obligó a mirarlo y lo que vio en los ojos de André la conmovió por completo.

Había deseado tantas veces ver en la mirada de Yammal aquellos sentimientos, había luchado tanto por encontrar en Yammal lo que André un día le entregó... Había intentado encontrar en Yammal el amor que perdió en André... y no lo había conseguido, era imposible lograrlo, ya que aquellas personas eran totalmente diferentes.

Suspiró temblorosa mientras André hacia andar su carro.

Laura: -asustada- ¿dónde vamos?

André: -sin mirarla- A mi casa

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Ella aún estaba acostada en la cama mirándose a través de un espejo el daño causado por Laura.