Capítulo 26

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Se quedó anonadada... bajó su mirada y ve las manos unidas de Alina, esa mujer que se había encontrado y le había caído bien: y de Alfonso, el hombre de sus sueños.

Renato: - notando su expresión – hija, ¿estás bien?

Alina frunce el ceño al ver la manera en que reacciono cuando Alfonso le dijo eso... ¿será posible?

André: ¿Any?

La llama, pero su hermana no contesta... luego se aclara la garganta y habla en voz baja.

Ana: - triste – quiero irme a casa

Todos voltean a verse sorprendidos.

Renato: - tomando una mano de ella – pero cariño, ya estamos aquí, entra para iniciar tu tratamiento

André: ¿Qué sucede, traviesa?... estabas emocionada

Alfonso: ¿fui yo?, ¿dije algo malo?

Intervino, Alina no dice nada. Ana no levanta la vista.

Renato: - rindiéndose – si no quieres entrar... vámonos

Empezó a empujar la silla, sin embargo Alfonso se coloca enfrente y la detiene. La toma de la barbilla y la obliga a verlo.

Alfonso: hace mucho tiempo, yo conocí a una muchacha enérgica, alegre y luchadora, que nada ni nadie le impedía ser feliz... ¿Qué pasó con ella? – Ana no responde – ok, si piensas quedarte en esa silla por siempre es tu problema... pero allá afuera existe un mundo que te espera, él estará eternamente, pero tú no... así que es tu decisión

André ve a su hermana, esperanzado que esas palabras la hagan recapacitar.

Alfonso: creo yo que estamos tratando con una adulta no con una niña

Finalizó. Ana está a punto de llorar... ¿Qué no lo entiende?, le avergüenza todo de ella... y más que por tonta se ilusionó con un hombre comprometido... que por tonta creyó que ese hombre se fijaría en ella.
Sin embargo, con tal de que no siguiera diciendo eso y con tal de no verlo...

Ana: está bien, vamos adentro

Acepta. Renato le agradece a Alfonso y entra con su hija. André también se despide y los acompaña.

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Ni siquiera un balazo directo a la cabeza la impactaría tanto como aquello. Una fiera al otro lado de la puerta. En el fondo, Laura sabía que esto pasaría, en el fondo sabía que el Lobo no descansaría hasta encontrarla.

Yammal: - impaciente – Uno, dos...

Empezó a contar, Laura preocupada por lo que pueda hacer, prefiere enfrentarse a él sola. Así que abre... ambos se ven unos instantes, ella con miedo, él con odio.
Yammal formó una media sonrisa y se permitió entrar... el pulso de Laura esta fuera de control, su respiración sufre espasmos y sus piernas tiemblan.

Yammal: - recorriendo con la mirada el lugar – Vaya, vaya... Castelli vive bien

Fueron sus palabras lo que hizo a Laura acordarse de André con mayor ímpetu, desea que André se tarde para que no tenga que enfrentarse al Lobo.

Yammal: - voltea con ella - ¿Qué tal tus vacaciones, muñeca?

La ve con tal intensidad que Laura desvía la mirada, entrelaza sus manos angustiada... no tiene idea de lo que Yammal hará ahora, creyó que lo primero que recibiría de él era un buen golpe.

Yammal: - no esperó que contestara – espero la hayas pasado bien, espero que haya valido la pena... espero, de verdad que Castelli te haya aprovechado

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