Bailes

3. Ella.

Algo pasará, de eso no cabe duda.
Y se sentó a mirar la cara de la Luna.
Pisa fuerte y se va haciendo un hueco.
No sé definirlo.
Si pasa o no - Vanesa Martín

Todavía veo fortaleza en sus ojos,
y me sorprendo:
pues cualquiera hubiera caído
y no se habría vuelto a levantar.
Ha estado ahí para salvarme de un naufragio
en el que me había perdido.
Me ha abrazado y me ha recordado
que el amor no se puede forzar,
que debes aprender a perder.

Ha susurrado consejos
lo bastante altos como para saber
que dolerían.
Ha dejado que actúe,
que caiga y me levante.
Y en plena caída me ha repetido
que el dolor siempre será dolor,
que la vida está llena de equivocaciones
y de piedras que debes superar.
Me ha abrazado cuando el llanto
no me dejaba respirar,
cuando los recuerdos podían conmigo
y creía que nunca me repondría.
Ahora me toca a mí
ser abrazo,
sonrisa,
protección,
payaso,
refugio.
Ahora me toca ser
lo que ella siempre fue para mí:
La mujer más importante de mi vida.
Porque no hay mujer más fuerte
que ella.
Porque no hay recuerdo más bonito
que cuando me explica
lo mucho que luché al nacer,
como le brillan los ojos,
y la sonrisa que nace después
al recordarme que estoy ahí,
a su lado.
Ahora solo quiero recordarle,
lo mucho que perdió por mí
y lo mucho que haré yo ahora,
para que siga viendo esa fortaleza en sus ojos,
y esa protección en sus abrazos.
Porque es ella la que me mantiene a flote,
ella y solo ella.
La que, desde un buen principio,
apostó por mí
y nunca ha dejado de hacerlo.

"Túviviste por alguna razón"
dices siempre.
¿Sabes, mamá?
No me arrepiento si te digo,
que aquella razón
solo
eras
tú.