Bailes

8. "Bonita poesía la tuya..."

Vengo a decirte lo mismo
que tantas veces te he dicho,
eso que poco me cuesta
y que tú nunca has oído.
Pequeña de las dudas infinitas,
aquí estaré esperando mientras viva.
De las dudas infinitas - Supersubmarina

Me gustaría no llamarte necesidad,
no pedirte paciencia,
consuelo,
sonrisa.
Hablarte de sueños,
y no de pesadillas.
Gritarte ese gracias,
y no a través de una pantalla.
(que sé que es más bonito)
Escuchar tu risa,
y escribirla en mi lista de cosas pendientes:
hacerte reír todos los días
Ponerme detrás de ti,
seguramente de puntillas,
llevar mis manos a tus mejillas
y ensanchar tu sonrisa.
Y que te rías justo después,
sin entender nada.
Y que luego me mires y lo entiendas todo:
he sonreído.
No puedo llamarte felicidad,
porque la felicidad viene y va
y yo no quiero que te vayas.
Susurrarte que vengas,
sin obligarte a que te quedes,
sé que hay realidades más bonitas
y menos tristes.

Me gustaría hablarte de pasado
sin miedo y con una sonrisa.
Seré imbécil,
si ya lo he hecho.
Y no me he dado ni cuenta,
de que tú,
quizá sin querer,
te has ido llevando el miedo
poco a poco,
verso a verso
y risa a risa.
Porque quizá yo no sea bonita,
pero esto sí.
Es una de las cosas más bonitas que han hecho por mí,
y sé que negarás haberlo hecho tú
pero te lo repetiré,
te lo recitaré si hace falta,
hasta que lo entiendas:

Porque tú has llamado a una puerta,
que creía cerrada.
Has abierto unos ojos que,
obligados a sentir siempre lo mismo,
susurraron un gracias
en cuanto vieron esa Barcelona de nuevo.
Porque has sido y eres sonrisa.

Y aquel
"bonita poesía la tuya..."
un motivo más
para darte las gracias
y, de nuevo,
hablarte de una realidad
que, joder,
ahora
parece
más
bonita.

(Gracias)