16. "ojalá todo fuera tan fácil como dejarse llevar y bailar"

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Tu boca es el portal donde quiero dormirme.
Tu ropa mi peor enemiga.
Imagina que te beso y no te giras.
Te doy media noche – Andrés Suárez

A veces no hace falta bailar,
para sentir tus manos en mi cintura
y tu protección en tu mirada.
Dicen que lo material da la felicidad,
yo solo puedo decirte que con tu voz
-estés cerca o estés lejos-
entrando por mis oídos cada mañana,
ya sería feliz.
Porque para mí la felicidad son las cosquillas
a dúo con mi risa,
besando la tuya segundos después.
La felicidad eres tú llamándome bonita
y yo fingiendo no sonreír,
llamándote tonto
porque no sé cómo decirte
que la felicidad es tu voz,
son tus te lo mereces
tus eres enorme
aun siendo más pequeña y menos fuerte.
Me sorprende la manera en la que me tratas,
cómo me miras,
como si pudieras perderme
y no volver a recuperarme.
Pero sabes que te voy a decir que no,
solo para que me digas que .
Voy a susurrarte que te echo de menos,
para escuchar ese yo también.
Y aun así te quedas,
aun sabiendo que voy a necesitarte más que nunca
cuando el miedo pueda conmigo
y parezca que nadie se dé cuenta.
¿Pero qué ocurre si te digo
que mi miedo
ahora mismo
solo es el de perderte?
Es normal que sienta miedo
si tú me has demostrado lo que es bailar
sin tenerte delante.
Si me has dado la mano aun cuando temblaba,
y todavía no me has soltado.
(siguen temblando, por si las sueltas)
Si has convertido,
poco a poco
mis defectos en virtudes
les has puesto color y les has quitado importancia.
Si has hecho las cosas fáciles,
has hecho que el
"ojalá todo fuera tan fácil como dejarse llevar y bailar"
se cumpla.

¿Cómo no voy a tener miedo a que te vayas?
Si las pesadillas desaparecieron
en el momento en el que llegaste,
y no han vuelto.
Si sé que en cualquier momento,
tiren de dónde tiren,
voy a necesitar abrazos
a modo salvavidas.
(los tuyos)
Y sí, te estoy llamando salvavidas.
No quería.
No era mi intención necesitarte tanto.
Pero te necesito.
Vengan las tormentas que vengan,
naufrague o no,
sé perfectamente que tus brazos
van a ser la protección más bonita,
el mejor lugar
para perderse
y no volvernos a encontrar.

Y si nos encuentran,
diles que yo ya te he encontrado a ti,
que las oportunidades vuelan pero no vuelven
y que ojalá tú
no vueles nunca. 


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