5. No te rindas.

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No vamos a llorar.
Vamos a olvidar sin lágrimas
los sueños que disfrazan la verdad;
Camino de la buena suerte.
Camino de la buena suerte – India Martínez

Me has dado tu tiempo, y me he dado cuenta de lo poco que lo invierto yo en ti. De lo mucho que damos día a día por seguir, aguantando lo que venga, por inesperado o inoportuno que sea. Porque tú me has demostrado que lo importante no es aprender a no caerte, sino a acostumbrarte a las caídas.

Porque sé que un día tú no estarás ahí para anteponerte o hacerme reír tras una de ellas. Y solo me quedarán tus consejos, tus palabras llenas de verdades y tus ojos azules buscando algo de razón entre los míos.

Has visto puertas abrirse y has oído cada portazo como si hubieras sido tú el que hubiera estado cerca de este. Y has callado, sin preguntar. Y cuando he hablado y le he quitado importancia a lo que no la tenía, hemos jugado a reírnos de cada picaporte roto.

Tú me has enseñado que no es culpable el que decide abrir esa puerta, sino el que decide quedarse. Porque quedarse significa aguantar, abrazar a las alegrías y pintarle una sonrisa a las penas. Y tú lo sabes más que nadie, porque eres el que ha tenido que mantener esa puerta abierta cuando yo solo quería cerrarla. Porque eres el que entre paréntesis me decía "no te rindas" cuando tenía ese verbo entre lágrima y lágrima.

Y te lo agradezco. No sabes cuánto te lo agradezco.

Te quiero, papá. 


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