20. Bailes, por Cata.

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Bailes, son todas esas risas sin dueño. Bailes, son todos sos abrazos a tiempo de parar una lágrima. Bailes, son cada paso que das en soledad, cada mirada perdida, cada tarde olvidada.

Bailes son cada "te echo de menos" sentido como cada "te quiero". Son cada vez que me planto unos patines para poder respirar. Bailes son cada yaga en el pie de tanto patinar, cada moratón que en silencio dice: "buen trabajo el de hoy". Bailes son cada vez que me caigo y me tienden la mano entrenando, y viene mi entrenador a ayudar a levantarme. Bailes son cada explicación al detalle de como se hace un salto o una pirueta, o cada explicación que sabe que no escucho porque lo único que está dentro de la pista es mi cuerpo, no mi alma. Bailes son cada competición fallida, cada vez que piensas quien va a pasarlo peor, si tu pensando que tu entrenador te va a reñir, o tu entrenador pensando que piensas que se enfadará.

Hay bailes en compañía, como los bailes con una amiga recorriéndote las calles sin prestar atención a la gente. Como esos bailes llenos de ganas de comerse un helado de frutas en una tarde calurosa de verano. Como esos bailes en los que sonríes a la persona que te viene por delante, y sin conoceros de nada, te devuelve la sonrisa.

En los bailes de emoción la noche de reyes, esa emoción como cuando tenías 5 años.

Bailes de miradas, de palabras y algún que otro grito. Bailes de euforia, de rabia reprimida.

Bailes tristes como cuando se muere la mascota con la que llevas toda la vida. Bailes alegres como cuando te encuentras a alguien por la calle sin esperarlo, que hacia mucho tiempo que no veías. Bailes que te hacen sentir héroe como cuando vas a donar sangre porque sabes que le puedes salvar la vida a alguien. Bailes como fracasos, como cuando esperas a que el chico que te gusta te responda el mensaje. Bailes para disfrutar, como hacer lo que se te antoja en todo momento.

Hay bailes que eliminarías de tu vida, en cambio hay otros que te encantaría poder volver a bailarlos. También están esos bailes, que llegan, sin que te los esperes, pero suceden por algo, para cambiarte algo, para hacerte sentir especial, para demostrarte cuanto vales y lo fuerte que puedes llegar a ser.

¿El mejor baile de mi vida? El primero abrazo con Maria. Un baile especial, diferente, pero precioso. Algo que seguro que no se repetirá, no el abrazo, sino el PRIMER abrazo. ¿Hay algo mejor que la primera sensación de algo? ¿El descubrir algo nuevo? Como el momento de probar alguna comida, no sabes cómo será, pero luego te das cuenta, de que te encanta, que lo necesitas en tu día a día. Pues a mi con ella me pasa lo mismo, no puedo estar un día sin hablar con ella, me cuesta muchísimo, bueno, ni lo consigo, de hecho. Al llevar un año sin sentir un abrazo suyo, es terrible. Es un baile horrible. Uno de los pocos bailes que no le desearía a nadie, un baile feo, no por necesitarlo, sino por no tenerlo. Pero nos tiramos a una piscina, un poco vacía, pero la hemos llenado, hemos sabido flotar, hemos aprendido a nadar, y estamos ganando la carrera. Porque somos un claro ejemplo de paciencia, amor, y distancia. Y bueno... el baile de la despedida fue el peor. Despedirte de alguien que no sabes cuándo volverás a ver, no es para nada agradable. Pero somos fuertes, lo conseguiremos. Bailes con sabor a... te echo de menos.


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