Aries, el incendio forestal: El fuego salvaje avanza sin control arramblando con todo a su paso. Una nube negra de humo nos avisa. ¡Ya está aquí!
Tauro, el corrimiento de tierra: Una avalancha de tierra, piedras y trozos de cabañas provoca el pánico entre los presentes.
Géminis, el tornado: Una corriente de viento que alcanza los 500 km/h se desata tras la tormenta.
Cáncer, la inundación: Las incesantes lluvias provocan que el agua se acumule y que tengamos que salir nadando de casa.
Leo, la ola de calor: El calor extremo producido por una bolsa de aire procedente del Sahara nos asfixia.
Virgo, el terremoto: La tierra tiembla bajo nuestros pies. El suelo se sacude y echa abajo las construcciones más endebles.
Libra, la epidemia: Es el desastre natural más peligroso, por la cantidad de gente que se puede llevar por delante. Si se parece a la gripe española de 1918, Libra aniquilará de 25 a 40 millones de personas.
Escorpio, la ola brava: Bonito nombre para la también conocida como "el terror de los mares". Le queda bien a Escorpio por su capacidad destructiva y por lo difícil que es de prever.
Sagitario, la erupción volcánica: Grandes cantidades de lava son expulsadas por un volcán gigante y vienen a enterrarnos. Lo mismito que el Vesubio hizo con Pompeya.
Capricornio, el impacto de origen cósmico: enorme se dirige a la Tierra y la colisión es inminente.
Acuario, la ventisca: El termómetro baja de los cero grados y comienza a soplar un viento congelante que nos hiela hasta el alma. No se ve ni media. ¿Cómo salimos de aquí?
Piscis, el alud: Nieve y rocas comienzan a desprenderse de la cima de la montaña, justo cuando nosotros íbamos ladera arriba.
Esperemos que no te toque vivir ninguno de ellos. ¿Has pensado en cuál es el más terrorífico para ti?
