Regreso

110 5 0
                                    

Eso fue raro. ¿Besé a mi mejor amiga?

Finalmente tengo que abordar el avión.

Ya salí de vacaciones así que no volveré a ver a mis amigos hasta dentro de un largo rato, extrañaré todo, a todos, incluso hasta mi cama que vivió tantas pesadillas sin la necesidad de estar dormido, mi almohada en la que cayeron tantas lágrimas, no tendré la misma vida, perderé gran parte de mis amistades pero ganaré más.

No puedo pensar en nadie más que no sea Taylor. No sé como podré vivir sin ella, ha pasado un tiempo, aún la extraño, perdí más de la mitad de mí. Saldré adelante, como lo prometí, será como mi razón para no rendirme, pelearé por todas las oportunidades que tenga aunque me cueste arriesgar demasiado.

Ya es hora, me despido de mis amigos, a Stephanie la noto un poco apagada, mis papás solo me abrazan, me desean lo mejor, mi madre llora, no puedo consolarla sin antes decirles que iré a poner en alto a nosotros, mi familia, mi ciudad. Voy lentamente hacia la última puerta que abriré antes de subir al avión, busco mi asiento y solo puedo sentarme y recostarme en él. Al principio estaba seguro de que quería hacerlo pero ahora, ¡quiero llorar!. La preocupación de mi papá era que estaba nublado, enormes nubes grises cargadas de choques eléctricos, el pronóstico decía que habría una tormenta eléctrica, aunque la aerolínea no anunció ninguna cancelación.

El viaje consiste en entrenar en fuerzas básicas, los más destacados son los que se quedarán, cada semana se van a eliminar algunos y los que queden al final van a formar parte del equipo oficial, dependiendo de que tan bien juguemos, llegar hasta aquí ya es un logro, si permanezco al menos un mes aquí será más que suficiente para creer en mí.

Llegaré aproximadamente a las siete de la tarde.

Abandoné a mis amigos, a mi familia y me vine a enfrentar un nuevo reto solo, claro que conoceré a más personas pero ya no será la misma.

Comienza a llover, esto le pone un poco más de nostalgia al despegue. Quisiera poder subir a todos aquí y llevármelos. Es difícil ver hacia el futuro cuando amaste todo lo que dejaste en el pasado. No quiero avanzar, me aferro al asiento como si así fuera a detener el viaje.

De pronto, anuncian un retraso en el despegue, tiempo después, el vuelo se cancela. Increíble. Llevo mis manos a mi rostro y no sé qué hacer, me levanto, salgo hacia la autopista y rápidamente busco refugio de la lluvia, nadie se ha ido. Ahí están, no se han dado cuenta de que sigo aquí, corro para que no se vayan, ya notaron que no me he ido, vienen hacia mí y en un abrazo como de película vamos a dar al piso todos.

Ni siquiera estuve unos segundos en el aire y ya los extrañaba, me desesperé por un momento y hasta quise salir corriendo, pero la vida quiso que hiciera esto más fácil. Por cuán corto el tiempo que haya estado ahí, aprendí que el destino ya tiene dibujados nuestros caminos y yo no puedo obligarlo a que de un borrón, sabiendo que él decidirá lo que sea mejor para nosotros. Cada quien tiene su camino pintado en lo más profundo de sus acciones, sé que vendrán cosas mejores, mientras no haga otras indebidas todo estará bien. Es duro arriesgar todo por algo y después darse cuenta de que eso no es para ti, poco a poco iré aprendiendo cosas nuevas, mientras solo tengo que disfrutar lo que venga. Regreso a casa, con la tristeza de que dejé pasar una oportunidad que jamás volverá, o puede que sí, nada me asegura que mi futuro será como yo quiero, pero trataré de plasmar lo más cercano posible a mis sueños, seré el arquitecto de mi destino y yo quiero que los demás estén felices de haberme conocido. Una gran ventaja que tengo es que cuando alguien se siente mal y yo no puedo ayudarlo con palabras, trato de hacerlo sonreír, no importa que me dañe a mí mismo o que tenga que hacer alguna estupidez, una sonrisa de alguien triste es lo más sincero que puede haber y eso me alegra.

Desempaco poco a poco mi maleta, solo llevaba una porque nada me garantizaba cuanto tiempo iba a estar allá. Qué bueno que me quedé, iba a extrañar a cada una de las personas que me hicieron más difícil despedirme de ellas. Stephanie... dios, la besé. ¿Cómo pude haber hecho eso? Hmm, ocupo hablar urgentemente con ella.

Hoy por fin es Año Nuevo, nuevas metas, nuevos propósitos, nuevas personas. Fanny se regresará mañana a Tijuana, es muy triste tener que despedirme de ella. Recuerdo todas esas veces que me abrazó y me dijo que todo iba a estar bien, jamás le creí, pero teniendo a ella cerca de mí, sentía que tenía razón, ningún problema era pretexto para darnos un abrazo, decirnos un te quiero o incluso un "te amo". No quiero que esté a cientos de kilómetros de mí, si ella se va, nadie me regañará, nadie va a jugar de una forma en la que solo los mejores amigos saben, nadie se preocupará tanto por mí de la misma forma en que lo hace ella. Quisiera que estuviera siempre aquí, sin importar si la veo o no, quisiera que estuviera siempre cerca para saber que si uno de los dos se siente mal, poder ir a abrazarla, poder ir a bromear un poco con ella o burlarme un poco sobre su estatura que por más que intente no decir nada, está muy enana. Gracias a esto me gano uno que otro golpe, vale la pena.


Volver a comenzar. EMPH p.IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora