Imaginas de Magcon

30. Nash Grier (@Micaela_lima01)

Nash siempre había pertenecido a tu grupo de amigos, te llevabas genial con él pero este verano te diste cuenta de que lo querías como algo más. Lo viste por la calle con una chica y te pusiste súper celosa, tu amiga, a la que se lo contaste en cuanto llegaste a tu casa no podía parar de reírse.

–¿De qué te ríes? No tiene gracia – dijiste cabreada – ¡Nash tiene novia!

–A ti te gusta Nash.

–¿¡Qué!? ¿¡Pero qué dices!? ¿Acaso te has vuelto loca? – exclamaste por el teléfono. Tu amiga volvió a reírse, esta vez más fuerte.

–¡Te gusta Nash! – dijo contenta por el otro lado de la línea –. Sabía que acabaríais juntos, soy algo así como la pitonisa del amor...

–Eres idiota. No me puede gustar, es mi amigo.

–Te equivocas, bonita. Te puede gustar, y mucho.

Estuviste de acuerdo con tu amiga. Después te dio esperanzas con que la chica que iba con él no tenía porqué ser su novia, a lo mejor era solo una amiga.

Dos días después, cuando ya estabais en vacaciones de verano, decidisteis ir a la playa. Las chicas estaríais cogiendo un buen moreno y los chicos jugarían algún partido de algo o simplemente se bañarían. Llegaste a la playa junto a tus amigas y ya estaban allí algunos chicos, faltaba Nash, que tras un rato esperando no llegó solo. Tu corazón comenzó a latir rápido, sentías como la bilis subía a tu garganta al ver a aquella chica de cerca, era guapa y tenía, además de un pelo precioso, la piel perfecta.

–Hola, chicos – saludó Nash –. Esta es Tiffani.

–Hola – tenía también una voz femenina y atractiva. Notaste como los chicos la miraban de arriba a abajo. Frunciste el ceño, menos mal que llevabas gafas de sol y no lo podían ver tan bien. – Encantada de conoceros. – Y sonrió. Acababas de conocerla y ya no la podías soportar.

Buscasteis un sitio para acomodaros todos allí y tras colocar dos sombrillas y extender las toallas en la arena te sacaste el vestido de playa que llevabas y te tumbaste.

–Oye Tiff – llamó Nash –. Yo voy a bañarme un poco, si quieres te vienes y sino te puedes quedar con las chicas y habláis de mi perfecto físico.

–No estás bueno – intervino tu amiga –. Asúmelo de una vez, no nos interesas y no hablamos de ti.

–Ya sé que no estoy bueno – Nash sonrió egocéntrico y ya sabías lo que venía ahora –. Estoy buenísimo.

–Estás buenísimo – dijiste a la vez, burlándote de él. Él te miró por primera vez en todo el rato y te guiñó el ojo. Le sacaste el dedo y rogabas con todas tus ganas que su novia no se quedara allí, pero se quedó.

–Hey Tiffani – dijo tu amiga –. ¿Y desde cuando conoces a Nash?

–Desde siempre – dijo quitándose su vestido, dejando ver lo perfecto que le quedaba el bikini en su perfecto cuerpo. En ese momento te viniste abajo y ya no tenías esperanzas de salir con Nash. – Y siempre nos hemos llevado muy bien, pero como yo no soy de aquí pues perdimos contacto, pero he vuelto este año para pasar aquí las vacaciones con él.

–Vaya – susurraste.

–Pues igual que con Micaela, siempre han tenido muy buen feeling – soltó tu amiga, pillándote desprevenida.

–¿Qué? Eso no es verdad. Nos hemos llevado como dos amigos normales. – tu amiga te lanzó una mirada amenazadora para que callaras.

–Venga, no te cortes. Puedes decir la verdad – dijo Tiffani – Yo no le voy a decir nada, se nota que te gusta.