Boss (Spinoff)

Capitulo 10.

La habitación estaba en completa oscuridad, no encendieron ninguna luz, no fue necesario, apenas atravesaron esa puerta, los besos y las caricias se hicieron presente. Luzu estrello al abogado contra la puerta mientras buscaba con desesperación soltarle la camisa y el pantalón, los labios del abogado buscaron los suyos en un beso desesperado y lleno de deseo.

En medio de la oscuridad solo se podía escuchar el sonido de los besos húmedos, las respiraciones aceleradas, la ropa siendo jalada, gemidos roncos llenos de placer. La ropa no tardo en acabar en el piso de la habitación, caminaron hacia la cama en medio de besos y caricias. Se jalaron, ninguno de los dos quería ceder, ninguno de los dos quería caer primero a la cama, las manos de Frank recorrieron el pecho de Luzu, ladeo la cabeza dejando el beso para bajar por el cuello, el empresario hizo su cabeza hacia atrás dándole espacio, cuando sintió que perdía el equilibrio, tomó a su amigo y cambio de posiciones, fue tan repentino el cambio que Frank cayo a la cama, a los segundos tenia a Luzu sobre su cuerpo, soltó una risilla la que fue callada con un beso, la intromisión de la lengua del empresario en la boca ajena hizo desatar toda la pasión, el deseo y la lujuria guardada todo este tiempo.

El abogado atrajo el cuerpo de su amigo hacia él provocando que cierta parte de su cuerpo rosase con la del otro, sintió como su calor corporal iba en aumento, cerro los ojos al tiempo que sentía los besos húmedos en su piel, él no perdía tiempo y acariciaba la espalda bañada en esas sensuales pecas del empresario, a pesar de estar oscuro, Frank sentía que podía reconocer cada una de ellas, donde estaban las más oscuras hasta las menos visibles. Bajo sus dedos por la columna vertebral del otro hasta encontrarse con dos firmes glúteos, los apretó y escucho como Luzu gemía en su oído, sonrió triunfal, sabia que había despertado a la bestia.

Un nuevo cambio de posición, otra vez Luzu ganaba terreno, tomo a su amigo y lo giro en la cama dejándolo boca abajo, le beso la nuca y bajo por la espalda de este en suaves besos que encendían cada partícula de Frank, quien sintió las manos de su amigo descender junto a su boca, no supo cuando lo sintió en sus glúteos, como eran besados y hasta le había mordido uno, sintió como esas manos le cubrían esa zona del cuerpo, los apretaba, para luego separarlos, se estremeció y supo que la curiosidad de Luzu era mas grande, sonrió y cerro los ojos, lo dejaría hacer todo lo que quisiera, esta noche les pertenecía, lo necesitaban, se deseaban con tanto fervor, que todo lo demás quedaba en el olvido, aunque fuese una noche.

No necesito una señal o que Luzu le dijera, solo sintió como la humedad de la lengua del empresario recorría con cierto cuidado esa zona del cuerpo, se le erizo la piel y aferro las sabanas, separo los labios y mantuvo los ojos cerrados, volvió a sentir como su amigo lo volvía hacer, lo hacia lento, de a poco, provocando mas excitación en ambos.

Luzu jamas había hecho esto, pero sabia que la saliva no era suficiente, se alejo de Frank, quien soltó un ruido de desaprobación provocando algo en la zona pélvica de Luzu, quiso hablar, decirle que tuviera paciencia, pero no lo hizo, camino en penumbras hasta la mesa de noche de la izquierda, palpo y trato de agudizar la vista, logro ver una canasta con varias cosas en su interior y una de ellas era lo que estaba buscando, lo tomo y volvió a la cama, se volvió a posar detrás de Frank, quien giro su cabeza un poco para mirarlo, sus ojos se encontraron en medio de la oscuridad, podía haber de todo en esa mirada, desde deseo y lujuria hasta algo más profundo.

Hubo un silencio, el ambiente erótico y excitante no se había ido, al contrario, gracias a esa mirada tan profunda, algo en el interior de ambos se encendió. Frank giro su cabeza de nuevo hacia el frente, apoyo la frente en su antebrazo que servia de apoyo, cerro los ojos y volvió a sentir algo húmedo en esa zona, pero esta vez estaba seguro que no era la lengua de Luzu sino sus dedos bañados en lubricante.