¿Enamorado de mi hermanastro? (Yaoi) [FINALIZADA]

Capítulo 4

Siendo tomado desprevenido Kyle apenas tuvo algunos segundos para procesar el hecho de acabar de haber sido bruscamente lanzado contra el piso, aturdido por el golpe apenas dio un pequeño giro a su cabeza cuando todo su ser se llenó de miedo tan pronto se cruzó con una mirada llena de frialdad—. Pa... pa... papá —su voz tembló, estaba a solas junto a la única persona que lo ponía en total estado de pánico.

—¿Kyle, es verdad lo que dijo Dylan sobre la escuela? —pregunto Dan con un tono tan frío que hizo sentir a su hijo como un escalofrío le recorría la espalda.

Aquella mentira que Dylan había dado ni siquiera el mismo Kyle la había esperado, resultaba tan raro que Dan y Valeri se pasaran por casa que ninguno contemplo la posibilidad de que ambos adultos hubieran estado esperándolos. Presa del pánico, bajo aquellos fríos orbes castaños, Kyle temeroso se fue apoyando sobre sus piernas mientras asentía—. Si... yo... y-yo d-dije que lo... e-esperaría.

Kyle no sabía qué hacer ni cómo reaccionar, debía ser cuidadoso con sus palabras o estas mismas podrían volverse en su contra. Por su lado, Dan no estaba convencido en lo más mínimo, conocía de sobra a su hijo y el tic más notorio que tenía este cuando mentía era que evitaba mirar a la gente a los ojos. Kyle asustado disimuladamente intento desviar su mirada, más dicha acción termino por delatarlo frente a su padre quien sin contenerse le propicio una fuerte bofetada para luego tomarlo del cabello—. ¡¿Dónde demonios estuvieron toda la tarde?!

Kyle ante la mirada de su padre se quedó inmóvil, estaba aterrado, su cabello estaba siendo sujetado con tanta fuerza que estaba comenzando a dolerle la cabeza, tragándose su dolor reprimió un grito que deseaba salir, desde pequeño sabía cuan inútil sería pedir ayuda, incluso el más pequeño intento por pedir ayuda ocasionaría que Dan le diera un castigo aun mayor del cual estaba por darle—. Pa... papá... me... me estas lastimando —dijo con voz aterrada mientras se sujetaba su cabeza.

—¿Recuerdas lo que te dije que pasaría si me desobedecías?

No hubo respuesta, tan solo una inaudible afirmación. Kyle se encontraba presa del miedo a tal punto de ni si quiera poder emitir palabra alguna. Siendo arrastrado cerca de la cama vio como le era arrancada su camisa del pijama y era usada para atarle los brazos por detrás de la espalda con brusquedad—. Cuando los niños son malos se les debe dar un castigo —expreso Dan mientras sacaba una caja de cigarros de su pantalón y encendía uno, tras darle una breve inhalación lanzo el humo hacia el rostro de Kyle haciéndolo toser. Tomando la sobrecama Dan utilizo una parte de esta para suprimir los lloriqueos de su hijo, pues no deseaba que este fuera escuchado por Dylan. Sujetándole las mejillas le mostro el cigarro para acto seguido apagarlo usando la piel de Kyle quien se retorcía entre pequeñas y ahogadas suplicas mientras pequeñas lagrimas brotaban de sus ojos a causa del dolor. Aquella acción se repitió hasta que la cajetilla de cigarros estuvo vacía.

Tras terminar con los cigarros Dan comenzó a patear a Kyle dejando por toda su piel marcas de sus zapatos. Tan cruel tortura se prolongó poco más de una hora, soportando los golpes y el ardor dejado por las quemaduras, Kyle tan solo quedo tendido sobre el duro piso sin que aquel hombre a quien llamaba "padre" siquiera se molestara en desatarlo.

La fuerza con que su padre había arremetido contra él dejo a Kyle sin fuerzas suficientes para levantarse. Su piel aún seguía sufriendo dolor ante las quemaduras de cigarro. Con lágrimas aun deslizándose por sus mejillas, requirió de tres intentos para lograr aflojar la atadura de sus muñecas y lograr liberarse. Mirando su piel apenas era visible su autenticó color entre las diversas manchas rojas, moradas y negras que la recorrían. Revisando la camisa de su piyama esta se encontraba rota, con varios bonotes faltantes y múltiples rasgaduras. Soportando el dolor logro subirse a su cama sentándose en el borde, aun si se sentía agotado la reciente situación fue tan abrumadora que le fue imposible conciliar el sueño, y justo cuando apenas parecía estar quedándose dormido debía prepararse para la escuela.