¿Enamorado de mi hermanastro? (Yaoi) [FINALIZADA]

Capítulo 6

Una semana transcurrió desde el leve resfriado de Kyle, si bien este mismo conocía cuan peligroso era estar fuera de la mirada atenta de Dylan y pese a la constante insistencia del propio Dylan rechazo cada invitación que este le hacía por pasar las noches con él en su habitación, pues no deseaba invadir aquel lugar donde su hermano destinaba para descansar. Una mañana al bajar a desayunar ambos chicos quedaron incrédulos cuando vieron un rostro desconocido sentado a la mesa. Junto a sus padres se encontraba un chico de cabellos y ojos castaños, vestido con su mismo uniforme y cuya mirada resulto desagradable para Dylan.

—¿Quién es él? —pregunto conteniendo sus emociones lo mejor posible.

Dan y Valeri tras lanzarse unas miradas cómplices se levantaron—. Su nombre es Joshua —dijo Valeri poniendo sus manos sobre los hombros del mencionado—, es el hijo de un amigo y a partir de hoy va a vivir con nosotros —sintiéndose contenta por poder contemplar una mirada aturdía en Kyle, aunque un tanto decepcionada por no ver lo mismo en el rostro de Dylan.

Tomándose unos momentos para analizar toda la situación, Dylan ignorando cientos de preguntas que acaba de formularse se animó a efectuar una sola—. ¿Y puedo saber dónde dormirá? —pese a mantener una aparente calma, evitar mostrar aquello que deseaban Dan y Valeri le estaba exigiendo un esfuerzo sobre humano, su madre en verdad no parecería tener problemas en llevar desconocidos a la casa.

—En la habitación de Kyle, por supuesto —cuando Kyle escucho esto sintió algo en su pecho comenzar a dolerle, más se mantuvo fuerte.

—¿Y dónde esperas que duerma Kyle? —pregunto Dylan empezando a mostrar su irritación.

—¿Acaso eso importa? —inquirió Dan como si hubiera mucho problema—. No es como si alguien tan inútil como él mereciera siquiera derecho a tener una cama. Y ya que estamos en eso, Kyle, a partir de hoy dejaras la escuela y serás el sirviente de esta casa.

Kyle, que había estado escudando tras Dylan, mientras lo veía finalmente iniciar una discusión, con lágrimas recorriéndoles las mejillas y un agudo dolor oprimiéndole el pecho, salió corriendo fuera de su hogar ignorando la fuerte lluvia desde hacía tempranas horas se había desatado. Percatándose de ello Dylan, olvidando su discusión con Dan y Valeri, tomó una sombrilla y salió tras de Kyle. La lluvia caía con gran fuerza y un fuerte viento soplaba revolviéndole sus cabellos. Sin saber hacia dónde podría haberse ido Kyle, decidió recorrer diversas calles, visitando sitios a los cuales hubieran ido juntos luego del colegio. Preocupándose, Dylan se detuvo unos momentos a pensar cual lugar debería estarle faltando, que sitio no había revisado. Finalmente, a su cabeza vino el parque en que por primera vez habían pasado un momento juntos. Yendo hacia dicho lugar, comenzó a recorrerlo, la lluvia continuaba arremetiendo con cierta fuerza, pero el viento había disminuido. Caminado por una zona en donde había un área con juegos, Dylan alcanzo a distinguir una figura sentada al final de la resbaladilla.

—Con que aquí estabas —dijo parándose frente a Kyle abriendo el paraguas que llevaba para cubrirlo de la lluvia, aguardando unos instantes vio a este elevar la mirada notando como sus ojos se hallaban ausentes de todo brillo.

—Dylan —estaba roto, el tono con cual Kyle había pronunciado su nombre dejo contemplar cuan destrozado se encontraba, pero más doloroso estaba resultando verlo intentar forzar una sonrisa—Per... perdona... por... por mi culpa vamos a llegar tarde —tan pronto pronuncio dichas palabras, sus ojos se cristalizaron y, en apenas un par de segundos, lagrimas se fueron deslizando por sus mejillas—...Lo olvide... papá ya no se ocupará mi...

Soltando el paraguas, despreocupado si alguien los veía, con su corazón contrariado por la imagen ante él, Dylan envolvió a Kyle en un abrazo—. Está bien —expreso mientras una de sus manos acariciaba los húmedos cabellos castaños—, no tienes que mostrarte fuerte frente a mí —su voz era gentil, estaba plasmando en ella una tonalidad nunca usada con nadie—. Puedes llorar cuanto necesites.