Capítulo 2

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Las clases ese día lucían aburridas, sus emociones no parecían muy dispuestas ese día. Ello fue motivo suficiente para hacerlo separarse de Tyler y dirigirse hacia un pequeño rincón del complejo apenas conocido por unos cuantos alumnos. Situado a espaldas del laboratorio de informática, había un pequeño espacio con algo de cemento y césped lo suficiente tranquilo hasta para dormir sin ser molestado. Recostándose Dylan paso el resto del horario escolar recluido en dicho lugar con su marina mirada perdida en el cielo. Cada tanto podía escuchar los timbres que concluían una clase e iniciaban otra. Así mismo su celular llego a sonar un par de veces, seguramente Tyler intentaba contactarlo para avisarle que clase estaban teniendo.

Pasado el mediodía, sin especiales ganas y restando una hora para concluir las clases, Dylan termino por aparecerse a poco de iniciada la clase de física. El profesor de aquella materia, siempre irritado ante tan común situación, en un intento por dar un ejemplo, confió en al fin poder obtener un motivo para enviar a Dylan a la dirección. Altaneramente le indico que resolviera los diversos problemas que había preparado para ese día. Bajo miradas expectantes, sin prisa y soltando un prolongado bostezo Dylan se aproximó al pizarrón, tomo un marcador y comenzó a resolver cada uno de los problemas. Apenas termino, el profesor solo pudo mirarlo irritado dirigirse hacia el único lugar vacío alojado al fondo del salón.

Debiendo contener su enojo, el profesor solo se limitó a reanudar su clase y dar tiempo para que sus alumnos copiaran los problemas ya resueltos. Dylan ni siquiera se molestó en buscar a Tyler para que le diera su mochila y tomar algún apunte. Acabada la hora, todos llevaron como tarea resolver algunos problemas, siendo Dylan el único a quien se le encargo, aparte de resolver dichos problemas, preparar una exposición para la siguiente clase.

—Deberías asistir a clases —comento Tyler mientras se aproximaba a Dylan para entregarle su mochila—. Me sorprende que aún no te hayan expulsado.

—Como si me importara.

Un suspiro abandono los labios de Tyler, en ocasiones extrañaba mucho al chico que Dylan solía ser, ya no podía recordar cuando había sido la última vez en que pudo escucharlo reírse y no crear una barrera para mantener a los demás alejados. Mientras caminaban hacia la salida, Tyler intentaba imaginar cómo sería Dylan si hubiera crecido teniendo a su padre, posiblemente hubiera sido alguien con muchos amigos, quizás capitán de algún club por su cuerpo atlético, incluso podría haberse convertido en presidente del comité escolar. Pero todo ello solo era una imaginación, algo que, quizás, la muerte impidió que ocurriera.

Cuando llegaron a la puerta Dylan, acompañado por Tyler, por algún motivo decidió quedarse a esperar a Kyle, acción un poco extraña, pero que seguramente estaba influenciada por el hecho de que ambos iban hacia la misma dirección. Esperando por algunos minutos, aquel chico de castaños cabellos se vio a la distancia con pasos lentos. Habiendo traído su vista agachada, fue notoria la sorpresa que se llevó cuando fue llamado. Fue evidente que no se esperó ver a Dylan.

En su camino de regreso Kyle permaneció en completo silencio escuchando las conversaciones de Tyler y Dylan sobre quedar para hacer ejercicios, estudiar y salir juntos el fin de semana, aunque esto último se vio muy rechazado por Dylan al decir no verle sentido a algo tan molesto. Tal situación se prolongó hasta que llegaron a la parada en que Tyler tomaría un camión para irse a su casa, cosa que ocurrió luego de unos quince minutos. Tras quedarse solos, Dylan y Kyle reanudaron el camino en sumo silencio. Ninguno poseía tema para conversar, tampoco parecían encontrar comodidad, lo cual eran lógico al ser dos completos extraños forzados a vivir bajo el mismo techo sin que se les hubiera pedido opinión para ello. Tal desdicha era lo único en común entre ellos.

Su camino a casa transcurrió en completo silencio. Cada uno perdido en sus propios pensamientos. Al llegar a casa fueron recibidos por Valeri que se encontraba recibiendo unas pizzas y despedía al repartidor coquetamente. Yendo hacia la cocina, los tres se sentaron a la mesa. El ambiente en el comedor era extraño, nadie hablaba, nadie daba indicios por querer abrir la pizza, solo permanecían quietos—. ¿Te gusto la escuela Kyle? —fue la pregunta que rompió aquel incomodo silencio.

¿Enamorado de mi hermanastro? (Yaoi) [FINALIZADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora