Me siento igual que hace unos años, los días sólo y acumulando puchos en el cenicero de la puerta, sin esperar nada, solo soñando y desvelandome en las noches sin saber que hacer.
Estoy solo matando el tiempo para ver si caminar al futuro traerá algo, aburrido y sumido en melancolías estúpidas.
Demasiado tiempo libre me hace mal, una sobredosis de reflexiones que no terminan bien, de sueños para el futuro que nunca sucederán y estoy sentado en la puerta horas esperando que algo pase, algo que me saque de esto.
Hace tiempo algo lo logró y fue bastante estimulante, volví a vivir gracias a eso, pero voy deslizandome lentamente a donde no quiero llegar, no hay otro sendero a la vista y no pienso crear uno porque al final siempre hay una muralla, no vale la pena intentar cambiar las cosas ni tampoco luchar por lo que es imposible, si la vida me ha enseñado algo es que el villano nunca tiene un final feliz, siempre termina muerto o en la obscuridad de una habitación, como en la que estoy ahora, sólo quiero ver sus ojos una vez más, eso me daría fuerzas para caminar un poco más, porque aún con mis fuerzas, la corriente es más fuerte y mis lágrimas aumentan el caudal.
El villano nunca gana, solo se pudre por sus errores encerrado o abrazando la muerte y yo no pienso morir.
