Cuando tenia diez años, toda mi familia murió en el tsunami de Haiti. Yo sobreviví, solo porque no estaba presente cuando ocurrió. Todos los huérfanos fueron llevados hacia Puerto Rico, donde la administración social nos colocaría con nuevas familias, solo a los que eran menores de edad.
Espere toda la tarde hasta que alguien se presentara por mi. Como pasaron cuatro días sin ver a ninguna persona capaz de llevarme, la administración social comenzó a considerar la idea de dejarme en un horfanato. Rezaba por las noches para que alguien pudiera quererme.
La mañana del 5 de septiembre vi como un hombre alto y fornido entraba en el lugar. Al parecer quería una hija, o algo así. Así que me llevo con él.
Mientras conduciamos a si casa comenzó la incomoda charla.
-Me llamo Owen, escucha esta es la verdad, estoy jodido, no me dejaran mantener mi casa a no ser que consiga un subsidio, y el gobierno no me dará uno a no ser que presente enfermedad o hijos- dijo el hombre de mediana edad.
Yo solo me quede callada, estaba agradecida de qué alguien por fin me adoptara, pero ya saben, quería que fuera por las buenas razones.
-Lo se, lo siento, fue un poco brusco para empezar la conversación- dijo con una sonrisa intentando ser bromista, pero no podia reírme.
- Joder- exclamo Owen.
Yo seguía sin expresión alguna.
-Por lo menos sabes lo que significa joder?-
Yo asentí. Y el sonrió. No es un mal tipo, pero no sabe nada de fraternidad.- Se supone que no debes decir joder- le dije, con expresión seria.
-Bueno, aveces decimos cosas que en realidad no queremos decir- esa fue la primer leccion de vida que Owen me había enseñado.
Llegamos a su casa, en un lugar medio humilde, pero pintoresco, era pequeña y algo sucia. Había preparado una cama para mi.
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RUN.. -Zach Mitchell-
FanfictionAclaración: este es un fanfic de una película. La historia es mía, pero los personajes están basados en la novela de Michael Crichton.