Parte 1 An Enemie Is Unstoppable

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🍃Adelize_______________________________________________
Capítulo 1 Torrente
Un reloj que repica en los oídos toda la noche es un sonido tan insoportable si es que no estabas acostumbrado a dormir con uno: Tic Tic Tic, quien le haya puesto sonido al maldito segundero ojalá se este refundiendo en su tumba (o en vida). Tengo suficiente como para no poder dormir toda la eterna noche, y es que se vuelve eterna por que los pensamientos abundan y la presión revuelve la mente.

La estúpida flojera me impide levantarme de la cama para meter ese reloj donde no lo escuche, pero mi sentido lógico me recuerda que ese reloj es el que me levanta todas las mañanas. Típico en mi vida: Depender de lo que odio.

Podría pararme por una pastilla para dormir, pero me deja todo tarado, y no creo que sirva. Son las 2:30 a.m y falta poco para despertar.

Recuerdo cuando usé una de esas pastillas: era una noche en la que lloré tanto, tanto, tanto que no podía siquiera mantener los párpados cerrados. Sudaba, giraba en la cama y me arrancaba los cabellos de la desesperación. Me la pasé tan mal que amaneció tan amargo y tan horrible que desee que el maldito sol se desapareciera de mi vista. Por si no fuera poco, tenía que levantarme para ir a la preparatoria. Me puse las primeras garras que encontré y me fui con las ojeras más terribles que alguien pudiera tener.

Fumé, lloré, falté a clase, lloré, volví a fumar, falte a la segunda clase, fumé, lloré, volví a fumar y volví a llorar. Que desperdicio de líquido lagrimal.

Me acuerdo de tales ratos y ahora me río, pero en su momento fue un horrible paso. ¿Por qué me deprimí tanto? Oh, es difícil de explicar, pero tiene que ver con el asqueroso amor.

Uy, primero hablo del amor como una bendición y ahora lo repudio... Disculpe estimado lector, después le explico cómo ocurrió esa historia.

Vamos paso por paso.

No he podido dormir por la presión de la universidad, me arde a gran escala mi pobre cuello y mis pulmones piden a gritos purificarse del humo que le he echado estas ultimas semanas. No soy un fumador tan activo pero, cuando me lleno de tonterías siento que con algo de sabor asqueroso se me quita la maña de estar pensando todo el tiempo. Además encontré en una tienda una cajetilla con cigarrillos de sabores y colore... sabe delicioso, igual por ello fumo.

Aunque me he propuesto hacer ejercicio nunca lo hago, en la casa hay máquinas para hacerlo, pero nunca me doy tiempo para ocuparlas y al menos trato de no matarme con el sedentarismo que la escuela me obliga a tener por las montañas de tarea.

Ding Dong... De pronto el timbre suena y tengo que levantar mi pesado trasero hasta la puerta.

-Hola, ¿Todo bien?- dice dulcemente Gladis.
-Todo bien Gladis, adelante, pasa.
-¿Como vas con la tarea? ¿No te está matando?- pregunta con una tierna sonrisa.
-Supongo que pasas por lo mismo.
-Y nos faltan cinco enormes años. Veo todo ese tiempo como una eternidad.
-No lo será, hemos desperdiciado más tiempo en otras cosas. Podemos con esto.
-No lo había pensado así- hace una pausa- traje café colombiano, mis tíos fueron de vacaciones y trajeron un costal gigante, quería compartirlo contigo.
<< Mmm... café>>
-Me encanta el café colombiano.
-Eso tenemos en común, siempre doy una parada en la cafetería de la esquina antes de ir a la escuela.
-Esa cafetería es muy cara, pero es deliciosa. Me encanta su café tostado.
-Lo sé, es delicioso. ¡Oye!- exclama con sorpresa- veo que ya tienes abastecido tu tanque de gas. Debieron ser largas las reparaciones.
-Demasiado, los tubos estaban atascados. Me harté de la comida artificial.

Mientras Gladis prepara el glorioso liquido observó el reloj... cierto, olvidé que es de madrugada. ¿Ves como si necesito ese ruidoso reloj?.

-Gladis, son las tres de la madrugada. No me di cuenta, ¿no te regañan por estar aquí?
-Vivo sola de Lunes a Miércoles, ahora mismo no hay nadie en casa. Me cansé de la tarea y decidí hacer una parada en tu departamento para saludarte y platicar.
-Gracias por considerar a mi sola y amarga compañía- enuncio con el corazón borboteando de nervios.

In Love EnemiesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora