Recuerdo Fugaz Número 2

35 2 0
                                    

🍂Lucas_________________________________________________
Una vez tuve un bello viaje, un viaje que quisiera repetir miles de veces y jamás me aburriría de él.

-Pide permiso a mi madre.
-Pero tú mamá me da miedo...
-Ooh vamos, mira, allí viene...
-No Adelize, si no te dará permiso mejor lo intentamos después.
-¡Ya Lucas! Dijiste que le dirías cuando viniera por mis calificaciones. Vamos, en verdad quiero ir contigo.
-Aah, está bien- y respiro profundo mientras la madre de Adelize se acerca a nosotros.
-Hola madre- exclama Adelize mientras le da un beso a su mamá en la mejilla.
-Hola...
-Ooh mira, él es Lucas, ya te había contado de él.
-Hola Lucas, Adelize no para de contarme sobre ti.
-Espero que le cuente cosas buenas- digo con la voz temblorosa mientras le extiendo la mano y le doy un beso en la mejilla.
-Pues... Algo así... Voy a ver tus calificaciones hijo- le dice a Adelize.
-Madre, espera...
-¿Qué pasa?.
-Lucas te quiere decir algo...
-¿Qué es?...

Y entonces se me forma un nudo en la garganta cuando Adelize y su madre voltean a verme esperando mi petición. Y Adelize extiende sus cejas y me mira con insistencia.

-Aah bueno... Verá, cada sábado voy a la universidad de la Ciudad Colonial, tomo unos cursos para poder presentar mi examen. Adelize me mencionó que le gustaría mucho conocer Ciudad Colonial y yo estoy en la disposición de enseñarle el lugar si usted le brinda el permiso de acompañarme...
-¿Eso queda como a dos horas de aquí...?- dice con cara intimidante.
-Aah sí, así es... Mi padre ha reservado una habitación en un hotel de la Ciudad y comidas también.
-¿Cuánto tiempo piensas estar allá Adelize?.
-Solo dos días madre...
-No, no vas a ir- responde molesta.
-Pero, madre, en verdad quiero ir a conocer.
-¿Cómo demonios piensas que te dejaré ir solo con este muchacho? No es por ofenderte, pero no pienso dejarte ir- me exclama.
-Por favor, por favor- ruega Adelize- ya le he pedido permiso a mi padre y me lo ha dado.
-Tu padre no te cuida y no está aquí. Yo soy la que me encargo de ti. Así que no irás.
-No iremos solos señora- se me ocurre inventar.
-¿Ah no? ¿Acaso irán tus padres?.
-Aam no, ira... Ann, la amiga de Adelize y su novio también...
-Esa muchacha no me cae bien. ¿Te creo que irán a hacer cosas buenas allá?.
-No desconfíe tanto señora...
-Ni siquiera los conozco bien. Déjame pensarlo Adelize, pero es un no seguro- y se retira hacia el salón de juntas, con una actitud que no agrada a cualquiera.
-Tu madre me da miedo- le exclamo a Adelize.
-A todos mis amigos les da miedo- contesta.
-Así que no podrás ir al viaje. Cuanto anhelaba que fueras, en verdad, me imaginaba enseñándote muchas cosas- le respondo desilusionado.
-¿Quién ha dicho que no iré?.
-Pero tú mamá...
-No me conoces aún, mi amor... La convenceré antes de que cante el gallo.
-Pero pasado mañana me voy a Ciudad Colonial.
-Tiempo suficiente para convencerle. Ya verás. Aquí es donde recurro al berrinche...

Ese mismo día Adelize rogó y rogó cuantas veces fue necesario, pero su madre seguía sin dejarlo ir... Sus mensajes parecían tristes y sin la alegría que tanto los caracterizaba. Yo lo consolaba con ánimo y prometiéndole que tendríamos más viajes, mejores viajes y viajes solos, sin nadie que nos dijera si era correcto ir o no.

Eran sueños muy lindos los que me imaginaba al lado de Adelize. Nos soñábamos en la playa, en el parque de diversiones, Las Vegas, Francia. Que bellos sueños.... Que bellas palabras. Tanta ilusión en unos pocos días.

Una noche antes de ir a Ciudad Colonial, Adelize hizo sonar mi teléfono y con la sorpresa de que había obtenido el permiso. Esa noticia me hizo bastante feliz y bastante ansioso pues esperaba con ganas que la mañana se asomara en mi ventana, pues quería tener un viaje solo con mi amado Adelize.

-Descansa, mañana será un hermoso día- le escribo en el chat.
-Te amo...
-Te amo más, señorito.

Los ojos se me cierran y comienzo a maquinar un sinfín de aventuras al lado de mi novio. ¿Qué le voy a comprar? ¿Qué comidas le gustaría probar? A él le encanta la película de los dinosaurios extintos y se va a proyectar en pantalla gigante en la plaza dorada... Pediré unos boletos.

In Love EnemiesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora