Capitulo 20 Benazir

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🍃Adelize__________________________________________
Entonces una fuerte y fría brisa sopló en el camino que lleva al gran Palacio, el polvo rebotaba en nuestras frentes y las cadenas que me ataban ponían rojas mis muñecas causando una leve lesión de incomodidad. Los nervios, la oscuridad, la desesperación y el miedo eran constantes en mi corazón y causaban que este rebotara sin control.

El camino hacia el Palacio era enorme y empinado, el cansancio de pronto se hizo evidente en mí, y solo en mí pues, los súbditos ya deben estar acostumbrados a subir esa cuesta arriba... Y me miran con una sonrisa burlona mientras yo exhalo exhausto por el frío y el sudor que causan una terrible combinación.

Desde este punto Bella Brisa se ve preciosa, aunque la oscuridad opaca algunos puntos atractivos, aún se percibe su inmensa estructura, y eso la hace un lugar asombroso. Cuanto desearía que hubiese luz para aclamarla con la vista.

Por fin, después de tanto jalón de muñecas y exclamaciones de apuro de parte de los súbditos, llegamos a una enorme reja perfectamente diseñada con una Corona en la cima y miles de arreglos en forma de hojas, Ángeles y curvas que la hacen ver magnífica, digno de un reino honorable. Y mi vista se queda fija en las figuras de luz que salen encima de la Corona de hierro.

-Bienvenido fugitivo. Este es el Palacio del Soberano Benazir. ¡Abran la reja!- exclama el capataz.
-¡A la orden capataz!- gritan unas voces de encima de unos pilares que sostienen la artística reja.
-No harás presencia con el Rey si no tienes permiso del propio. Así que tendrás que esperar unos momentos, tenemos que explicarle que tú has caído de aquel agujero de luz.
-¿Cuánto tiempo es "unos momentos"?- pregunto.
-Unas pocas horas...
-¿Horas?- exclamo con ojos abiertos- no quiero esperar tanto.
-Las respuestas requieren de tiempo. ¿Lo tomas o lo dejas?.
-Esta bien... Como ordene el Rey- respondo con el cansancio en forma de sudor.
-Así se habla Aah... ¿Cuál es tu nombre?.
-Verty Escamilla...
-¿Qué..?.
-Adelize...
-Que feo nombre.
-No es el único que me lo dice.
-En fin, esperaras aquí afuera con los súbditos. Trataré de ser rápido- y se esfuma en la inmensa puerta del Palacio.

Cuando el capataz se hunde en la inmensidad del Palacio me recuesto sobre la pared, cierro los ojos y respiro profundamente, quitándome el cansancio que la cuesta arriba me dejo sobre el pecho. Después de unos minutos me levanto para recorrer el enorme lugar.

-¿Puedo... Andar?- le pregunto a uno de los súbditos.
-Iré detrás de ti.
-Claro.

Y comienzo a caminar por las finas figuras del sendero del Palacio mientras que dos súbditos me vigilan las espaldas. Inclino la mirada, me asomo por las orillas y examino una a una las esculturas del lugar. Tras unos minutos paseándome, encuentro un lugar realmente bello. En ese sitio se halla una fuente enorme, del tamaño de una laguna y los chorros de agua bailan majestuosos sobre la bella figura que se levanta en medio de la fuente. Así es, es la viva imagen de Benazir. Me pongo a verla lentamente y está perfectamente esculpida, tal como es él, tal como lo conocí. Sus bellos ojos, su fina nariz y su cabello quebradizo, a excepción de que esta figura le incluye una vestimenta muy extravagante: Una capa larga y detrás unas especies de plumas enormes que rodean su espalda y su Corona también, pantalones ajustados y al extremo extiende una enorme espada. Es la escultura más bella que haya visto, no sólo por qué representa a Benazir sino que los detalles en verdad son bellos. Creo que me va a fascinar ver a Benazir vestido de Rey. En verdad es guapo y sorprendente de esa forma.

Procedo mi andar y todas las flores están cerradas y marchitas. Los grillos cantan por todas partes y apenas la luna deja caer su brillo. Y el frío aire resopla en todo el lugar.

-¿Te gusta el Palacio?- pregunta uno de los súbditos.
-Sería más hermoso si la luz del día se reflejase en él.
-La mayor parte del Palacio está recubierta de oro puro. Imagínate cómo se veía cuando la luz solar chocaba con la superficie.
-Debería ser un gran espectáculo.
-¡Claro que lo era! Los Reyes de las otras islas aclamaban la belleza del reino y todo gracias a este enorme Palacio.
-Supongo que la luz dejaba volar un sin fin de maravillas en Bella Brisa.
-Es por eso que Belial nos arrebató esas alegrías. El pueblo anhela volver a ver la luz pronto.
-Me imagino que sí. Apenas he estado unos días aquí y ya me harté de no ver nada claro.
-Nosotros llevamos años así. Algún día nos va a matar.

In Love EnemiesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora