Corramos el riesgo.

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¿Qué tal si nos arriesgamos?

Hay que arriesgarnos a ser felices por un momento.

A reír juntos.

A pelear.

Enojarnos.

Llorar.

Reconciliarnos.

A compartir besos, abrazos, caricias y demás.

Compartir recuerdos, historias, sueños y miedos.

Arriesguemonos a sanar las heridas del alma mutuamente...

Corramos el riesgo de rompernos el corazón...

¿Qué tal si nos arriesgamos?

Te invito a leerme la mente.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora