Te invito a leerme la mente.

Golpe de realidad.

No necesito ayuda, solo un duro golpe de realidad.

Me odio a mi misma, por cosas insignificantes y recuerdos de toda una vida, recuerdos de mi misma, haciendo las cosas mal, pensando de la peor manera, acumulando errores.

Pero nada de eso importa, ya que es solo el resultado de una mente inmadura, de alguien que no sabe dirigirse a si misma.

Tengo escrita la palabra "debilidad" en mi alma, así como "envidia", "rencor" y "tristeza sin razón".

Solo hace falta un pequeño empujón para derribar una torre de sentimientos, los cuales acumulo sin ser necesario.

Me lastimo sin fundamentos, por el simple placer de saberme herida. Nadie me obliga, mi vida no es tan mala. Sin embargo, el hacerlo me libera un poquito, incluso si no lo necesito.

La vida no me odia, yo tampoco a ella.

Odio mi reflejo en el espejo, odio la voz que mis cuerdas vocales emiten, detesto el rostro que doy ante el mundo.

Lo que pienso, lo que expreso, mi rostro, mi cuerpo, mi manera de ser, mi manera de vivir.

Pero por sobre todo, odio odiarme.

Sabiendo que nadie más podrá amarme de la manera en que desearía, ¿porqué me empeño en hacerme sentir miserable?

En este momento, mi mente es un torbellino de palabras.

Asco, enojo, tristeza, pena, coraje, vergüenza, odio, miedo, estrés, desilusión, entre muchas mas.

Me siento a la deriva, y a la vez me pregunto cual es la razón de ello, porque según yo, no tengo motivos para estar perdida.

No necesito ayuda, solo un duro golpe de realidad, de esos que te aclaran la mente y la vista, de esos que te lanzan hacia el camino que debes recorrer y nunca perderte.