Me encontraba leyendo.

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Me encontraba leyendo, imaginándome las situaciones que el autor me presentaba.

Leer me gusta, mucho. Aunque antes lo odiaba, hubo una persona, o en realidad dos, que me introducieron a esta pequeña adicción.

En fin, leyendo me imaginaba todo lo que pasaba. Y entonces me dieron ganas de escribir, escribir sin razón alguna pero escribir al final.

Últimamente me la paso soñando despierta, con más frecuencia de la normal; sueño con qué hubiera sido de mi familia sé mis padres jamás se hubieran separado; qué hubiera sido de mi sí hubiera continuado con mi clases de ballet, o si me hubieran inculcado algún deporte o alguna actividad artística desde pequeña, chance y ahora sería alguien más feliz y satisfecha consigo misma.

Imagino una vida completamente diferente, una persona completamente distinta, con otro nombre, con otro cuerpo, alguien que solo existe en mi mente.

Cuando vuelvo a la realidad, solo me lamento que todo aquello no exista, y también me reprocho por querer una vida que no es mía, por despreciar todo lo que la vida me ha dado, que si bien no es perfección pura, tampoco estoy en la miseria completa.

Cambien pienso sobre mis decisiones, todas las importantes que he tomado a lo largo de estos casi veintiún años, las veces que me he equivocado y arrepentido de haber hecho o dicho ciertas cosas, los caminos que tomé y a donde llegué.

El dónde me encuentro ahora es algo que ronda por mi mente igual, analizando cómo soy o cómo me siento, siempre enumerando mis defectos, tanto físicos como mentales, mis preferencias y mis mas estúpidos y profundos pensamientos. Decidiendo si clasificarme como buena o mala persona, tomando en cuenta lo que muestro ante los demás y lo que soy realmente.

La muerte es un tema que últimamente pasea mucho en mí, pensando si moriré pronto o sobreviviré mucho más tiempo a este bello infierno que llamamos mundo, en cómo o por qué medios llegará a el fin de mi vida, ¿me matarán?, ¿me dará cáncer?, ¿o me terminaré suicidando?, esas son las opciones mas espantosas y frecuentes saltan a mi cabeza. 

Así también pienso en la muerte de mi familia y amigos; que cada que me despido de ellos me pregunto si volveré a verlos sanos y salvos, si la próxima vez que los mire será dentro de un féretro, con sollozos de toda la gente alrededor.

O al contrario, sí será a mi a quien vean dentro de un féretro la próxima vez que nos encontremos.

Who knows.

¿Algún día alguien se enamorará de mi?

Me refiero, a realmente amarme.

Hombre o mujer, ¿existirá alguien en este mundo que llegue a verme como lo mas importante en su vida?

El amor no es para nada un tópico que me sea indiferente, si supieran la cantidad de romances que me he inventado yo sólita.

A veces recuerdo a las personas que solían gustarme, a lo poco que he experimentado y lo mal que la he pasado.

Siempre me ha dado curiosidad por buscar a alguien con la habilidad de ver el futuro, y me desmienta de una vez por todas, para seguir ilusionandome con encontrar el amor de mi vida o dejar de gastar tiempo pensando en cursilerias, tener sexo y disfrutar de todo ello sin remordimientos.

El sexo es otra cosa.

Que con quién será mi primera vez (pero antes, sí algún día dejaré de ser virgen, jajaja) , sí me gustará, si me volveré adicta, sí lo haré bien, sí alguna vez tendré relaciones con una chica, etc.

Es algo que sin duda me intriga, pero a la vez me da miedo.

Por una parte siento que no tiene nada de malo no haber tenido relaciones antes (igual, solo he tenido una oportunidad, pero era demasiado joven), pero por otra una parte de mi misma me dice que he desperdiciado pasármela bien y disfrutar de algo que no está mal.

Anyway.

Me gusta escribir. Me ayuda a distraerme y desahogarme, a poder sacar todo aquello que no puedo decir en voz alta frente a alguien.

No soy buena escribiendo, en realidad no soy buena para muchas cosas.

No sé que hacer.

Se está acabando otro año, y nunca hice nada.

Me siento frustrada, triste, enojada conmigo misma.

Tengo miedo.

Nada tiene sentido, nunca nada lo tiene.

Solo pasa el tiempo, pasa la gente, pasan las cosas.

Estoy estancada, no sabiendo a donde dirigirme.

No se si necesito ayuda, no sé si la quiero.

Detesto ser así de insuficiente.

Pero cada vez que trato de animarme y superarme a mí misma, me reprimo.

Jamás lograré nada.

Nunca llegaré a donde quiero.

Nadie tendrá la culpa más que yo.

Me odio.

Odio odiarme.

Me encontraba leyendo, imaginándome las situaciones que el autor me presentaba. 

En este momento el autor soy yo, y todo lo que me imagino, tristemente es mi realidad.

Te invito a leerme la mente.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora