La luna era un hielo.
Iluminaba un camino obscuro.
Donde me había perdido en el transcurso.
Mientras, a lo lejos se escuchaba una tormenta.
A mala hora, dejando rastros.
Y el sabor del amargo vino del vacío.
Dime, ¿crees en los fantasmas?
Pues anoche soñé con el tuyo.
Y con tus labios, esos labios sellados.
De un color rosa que significa tranquilidad.
El amor te vuelve tonto.
Y te ataca como duras espinas.
Ahora han pasado 84 años.
He vivido en miles de universos alternos.
Donde los viernes son mejores si pienso en comer a solas.
Y comprendiendo que lejos de ti, se aprenden cosas nuevas.
Cadáver exquisito. Escuela de artes.
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Te invito a leerme la mente.
Non-FictionSeguí y seguí escribiendo, solo para no morirme. Y con el tiempo le tomé cariño a aquello que me salvó la vida... Para justamente darle esa misma vida a este vorágine de sentimientos. ¿Te gustaría leerlo? Pensamientos, poemas, canciones y uno que...