Capítulo 11.

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Al parecer, la pesadilla en la que se acababa de meter SungMin había desaparecido por completo, la verdad es que fue horrible para él, primero con aquellos dos tipos del lugar donde tenía su apartamento y ahora los del instituto donde estudiaba, la cosa le salieron mal a los primeros y lo mismo para los segundos, pues no tardó en venir la policía para llevárselos, ahora tan sólo esperaba que nadie más hiciera daño a SungMin o al menos impedirlo, se sentían muy culpables de que tuviera que pasar por una situación así dos veces.

Fue el director del centro quien llamó a la policía y les explicó los hechos, él y todos los profesores estaban bastante conmocionados por todo esto, más tarde llevaron a SungMin al hospital, allí estaban Heechul, RyeoWook, Leeteuk y por supuesto KyuHyun, todos estaban en la sala de espera demasiado nerviosos, RyeoWook no dejaba de llorar, no quería ni imaginarse cómo habría podido acabar su mejor amigo, Leeteuk que estaba a un lado trataba de tranquilizarle, KyuHyun estaba en otra esquina mirando completamente serio al suelo, Heechul... tampoco podía dejar de pensar en su novio pero a la vez tampoco apartaba la mirada de Cho, con esa rabia de antes y la causa era aquella imagen mental en su cabeza de ver besando al conejo.

Minutos después, salió una enfermera de la sala y se acercó a ellos, nada más verla todos se levantaron mirándola, esperando una respuesta desesperadamente.

—La transfusión ha sido un éxito, como sabéis, el joven había perdido bastante sangre, esa fue la causa de sus mareos y de que perdiera la conciencia pero tranquilos, ya está mucho mejor, sólo que aún tiene que despertar, pero no dudamos de que lo hará pronto, igualmente podéis entrar a verle. Una cosa más, no podemos darle el alta ahora, pues su brazo derecho sufrió un gran daño, así que va a tener que quedarse unos días.

RyeoWook comenzó a dar saltos de alegría y abrazó a Leeteuk, éste correspondió lleno de alegría también, KyuHyun suspiró aliviadamente, Heechul hizo exactamente lo mismo, ahora él quería entrar para ver a SungMin pero antes quería aclarar unas cosas con KyuHyun, así que les indicó a la jirafa y al pato que entraran primero, éstos asintieron algo extrañados y luego entraron, cuando KyuHyun iba a hacer lo mismo la chula le paró en seco.

—Tenemos que hablar.

Tragó saliva como en aquel momento, a él no le extrañó nada, pues estaba claro qué era aquello de lo que quería hablar con él, le siguió a fuera del hospital y se fueron a un rincón de al lado de ésta para hacerlo.

—¿Y bien?

Fue cuestionarle aquello y enseguida sentir como una mano se deslizaba rápidamente hacia una de sus mejillas, recibiendo así un fuerte tortazo por parte de Heechul, KyuHyun ya se esperaba de lo que hablarían pero jamás se había imaginado eso, miró a Heechul a los ojos, nunca le había visto tan enfadado, al fin y al cabo era obvio, colocó una mano en aquella mejilla, mordiéndose el labio inferior.

—¿Se puede saber de qué vas? ¿Acaso olvidaste que el novio de SungMin soy yo y no tú?

—Heechul, escúchame, sé que estás enfadado conmigo y lo entiendo pero...

—¿PERO QUÉ? ¿Tú no estabas saliendo con SeoHyun? —Le pregunta demasiado enojado. —Explícame qué mierdas está pasando aquí, KyuHyun.

Ahora tenía que llegar el momento de la verdad, no tenía dónde meterse ahora, lo mejor era decírsela y ya está, tampoco quería andarse con mentiras hacia su gran amigo por siempre, no quería.

—¿Recuerdas la noche que apareciste con SungMin al piso y me encontrásteis sentado en el sofá con Teuk? Pues resulta que aquel día había discutido con SeoHyun, me echó de casa y por eso los últimos días de vacaciones no los pasé a su lado.

It has no gender.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora