Conociéndolo.

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Ronna.

-Bueno... entonces eres alérgico al plátano.- asintió seriamente.- ¿y que pasa si comes?

-Mi cuerpo expulsa todo lo que comí durante el día...-

-Vale, ya entiendo.- le corté con la cara algo asqueada y luego reí y rió conmigo.- Ésta mañana estabas muy callado, ¿Te pasaba algo?

-Sólo soy algo tímido, pero contigo pronto me acostumbré.- sonrió con sinceridad. Se vió muy mono y yo también le sonreí.

-Ven a mi cuarto te enseño cosas.-

Llevamos a los gatos y abrí la puerta, ahí vi mi cama deshecha y me sonrojé.

-Ronna, no pasa nada, yo tampoco hago la cama y tengo mi cuarto peor que el tuyo.

-Yo es que aún tengo cosas en medio por la mudanza- me excusé.

-¿De donde vienes?

-De un pueblo muy frío de Navarra. Mi madre vino por trabajo aquí a Madrid y buscó estos económicos pisos. De hecho son tan económicos que a través d la pared hablo con Alid, mi vecino.

-Ah yo fui una vez a visitar Navarra... Espera...¿Alid?, ¿Como tu gato?

¿Hetero, homosexual o bisexsual?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora