Small Bump.

Capitulo 15

Seguimos nuestro viaje a casa de mis suegros con tranquilidad escuchando la radio hasta que llegamos.

- ¡Llegaron! -Grita alguien desde la puerta de la casa, no logro ver quien es ya que me encontraba ayudando a mi esposa a bajar del auto, sus tacones eran bastante altos y por mala suerte no había un buen estacionamiento cerca de la casa.

- Oh, mierda... -Maldice. La sostengo a tiempo de la cintura y ella de mis brazos.

- Debí dejarte primero antes de venir a parquearme... -Murmuro sosteniéndola e ayudándola a caminar. Habían demasiados hoyos en donde me había parqueado. Para completar todo estaba cubierto de tierra y grama.

- No te preocupes... Ouch... -Casi se dobla el tobillo, la sostengo con fuerza.

- Cuidado...

- ¡Hey, Gayber! ¡Cuida de mi muchachita que se puede doblar su tobillo con esos tacones tan exagerados! -Grita mi suegro y rio levantando la mirada para verlo riendo burlón hacia su hija.

- No son exagerados... Son nada más un poquito altos... -Corrige.

- Lo que sean mi niña, solo intenta llegar sana.

- Lo intento... -Bufa.

- Te cargo...

Iba a hacerlo cuando ella negando con la cabeza se echa hacia atrás alejando mis brazos, la miro y ella sonrojada niega con la cabeza.

- No no, estamos llegando... -Murmura.

- Corazón.... aún faltan...

- Se me vera todo, Biebs. -Susurra mirándome, abro mis ojos captando y asiento comprendiendo.

- Oh, verdad... Joder, pequeña... -Suspiro.- Debí dejarte allí...

- No seas dramático, corazón, vamos.

Cuando al fin llegamos a la entrada mis suegros estaban sonriendo muy contentos y caminaron hacia nosotros, ambos me saludan a mi y luego a su hija, con un fuerte abrazo. Les dejo espacio y meto mis manos en los bolsillos mirándolos con amor y sonriendo. En la puerta se encontraba el que había gritado nuestra llegada, era una tía de _____. Es una mujer muy amable e incluso me tiene mucho cariño, tanto que me bautizo literalmente como 'Miel'... Ya saben... Por mis cafe ojos claros. Le sonrió, como pequeño saludo a lo que llegaba a ella, y ella sonríe motivada diciéndome "hola" con su mano en forma de saludo. Rio bajito y miro a mis suegros separarse e hablar con mi esposa.

- Mi niña, hice lo que a ti tanto te encantaba cuando hacíamos la cena familiar. Puedo asegurar que quedo exquisito. Para chuparse los dedos. -Dice muy contenta, a la cual los cuatro reímos.

- Igual de exquisito que el Bieber. -Dice mi suegro golpeando mi brazo y yo niego con la cabeza riendo burlón, ya empezamos.

- ¿De verdad estoy bueno? -Le sigo el juego con burla y este ríe mirándome.

- Que no se te suba el ego, campeón, aquí el más bueno soy yo. -Dice con cierto orgullo en su voz. Me echo a reír por su ego repentino.

- Ya ya, no empieces, deja a Justin. Al menos por hoy que es la cena. -Dice mi suegra empujando levemente a su esposo.

Me rio bajito y comenzamos a caminar hacia la puerta para saludar a la tía de _____, Cloe.

- Oh mi sobrina hermosa y Miel. Tanto tiempo sin verlos, Dios, se ven tan bellos juntos. Los adoro a ambos, chiquillos. -Nos abraza, sonreímos al separarnos.- Siempre te asegure que este chico iba a ser especial para tu vida, siempre te lo dije, mi niña. -Le dice a mi chica mirándome a mi a los ojos mientras su mano acariciaba mi brazo, rio bajito.

- Si Tía Cloe, tenías razón. Es especial en mi vida. -Susurra mi chica abrazándome, sonrió y beso su cabello para abrazarla también.

- Entremos todos. -Dice mi suegra.

Todos se voltean para entrar a la casa y yo tomo de la mano a mi _____ para seguir con tranquilidad. La Tía Cloe era algo extraña, por decirlo de alguna manera, entiendo que me adora y adora a su sobrina también. Bueno, adora a todas sus sobrinas, por suerte no tiene ninguna preferida, cuando digo extraña me refiero a que siempre que nos ve repite lo mismo. Eso que me había dicho lo había dicho la última vez que vine. Y eso fue hace ufff que todos estaban reunidos. Ella no pudo ir a nuestra boda pero nos envió muchos abrazos, felicitaciones y besos. Tanto por mensaje como la vez que nos interrumpió casi cuando estábamos por celebrar nuestra luna de miel. A pesar de todo es una gran mujer, todos la quieren y adoran en esta familia.

Caminamos hacia la sala de invitados para hablar a lo que llegaba toda la familia entera. Siempre lograban llegar toda la familia, nunca faltaba uno. Esta familia de verdad que era un gran ejemplo.