Capitulo 65

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Solo debe controlar sus pensamientos pervertidos. Levantándome del mueble camino rumbo a la habitación encontrándome de frente con _____ con una leve mueca de dolor, cuando levanta la mirada me alarmo caminando hasta su lado dejando mis manos sobre su cintura para sostenerla.

- ¿Que tienes? ¿Qué te duele? -Susurro preocupado.

- Me duelen los ovarios... Hace unos minutos caí en regla... y ahora me esta dando dolor... -Susurra haciendo otra mueca... Oh no...- ¿Me puedes buscar unas panadol? A ver si me hacen efecto. -Suspira alejandose de mi e caminando hacia el baño.

Adiós a la felicidad, hola a la tortura. Suspire rascando la parte trasera de mi cabeza y camine a la cocina soltando un leve suspiro, agarre el sobre de pastillas y serví agua en el vaso para llevársela. Entro a la habitación y ahí estaba ella acostada de costado con una almohada entre sus piernas mirando la televisión.

- ¿Llamo a tus padres para cancelar la cena? Digo, mañana creo que te dará más dolor... -Murmuro sentandome a su lado y entregándole el vaso y las pastillas. Ella se incorpora a mi lado y las coge.

- No, tranquilo. -Murmura y se las toma de golpe, se toma un poco del agua y me entrega el vaso.- Mañana estaré bien a la noche. Creo... -Susurra.

- ¿Crees? -Murmuro sonriendo, ella me mira riendo bajito.

- Si me das un masaje estaré feliz. -Murmura como niña pequeña, riendo asiento y tomo un poco de agua para dejar el vaso en el piso y acostarme a su lado.

- Trato hecho, te daré masaje en la noche. -Beso su frente, ella sonríe y se recuesta sobre mi pecho.

Minutos después la sentía removerse incómoda a mi lado, sus piernas estaban enredadas en mi cintura y estábamos viendo televisión cuando en eso ella gruñe sentándose. La miro curioso y me siento para mirarla muy atento, sus ojos estaban cerrados fuertemente y tenía una mueca dibujada en sus labios.

- ¿Naunseas? -Pregunto y ella asiente de inmediato haciendo otra mueca, muerdo mi labio.

- Muchas...-Susurra.

Me le quedo mirando por unos segundos hasta que suspira aliviada y abre sus ojos para quedar mirándonos con fijeza, le sonrió y ella a mi. Horas después me encontraba secando con la toalla mi espalda desnuda para luego tenderla, camino hacia la cama y me dejo caer sobre esta mirando hacia mi esposa que estaba con sus ojos cerrados mirando hacia mi en posición fetal. La analizo con la mirada muy detenidamente y suspiro estirando mi brazo para jalarla hacia mi, ella abre sus ojos y nos miramos. Beso su nariz y ella suspira haciendo una mueca y escondiendo su rostro por mi cuello.

- Me duele mucho... Y va aumentando... -Susurra contra mi cuello y se acomoda ahí, hago una mueca y la aprieto a mi.

- Voy a darte el masaje. -Susurro besando su frente y sentandome sobre la cama ayudándola a quedar boca arriba, levantó un poco mi camisa que tenía puesta y comienzo a darle masajes suaves por su vientre bajo.

Al terminar el masaje me acosté junto a ella y aún sintiendo como se removía, se quejaba, gemía y gruñía por el dolor que sentía me mantuve despierto acariciando su vientre hasta que se logró dormir, ahora bien... Era yo el que después no podía pegar ni un ojo por miedo a despertar sobresaltado por algún quejido de ella o que se levantase de momento para ir a vomitar. Además aún dormida se quejaba y se removía bastante. Varias horas después me quede dormido y enredada entre mis brazos.

Al otro día...

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