Small Bump.

Capitulo 24

La miro a los ojos, se le notaba el deseo desde lejos pero también el cansancio, quería hacerle el amor pero no ahora, estaba cansada, ambos lo estábamos...

- Mmm Justin...

- Nena, estamos cansados... Mañana tendremos todo el día para que me tengas como sumiso... -Gimo contra su pecho, me estaba abrazando con fuerzas.

- Vale gruñón. -Me suelta y me empuja dejándome totalmente sorprendido. Se aleja de mi levantándose de la cama y yendo hacia las gavetas para buscar su ropa.

- ¿Nena?

- Me voy a bañar. -Dice con frialdad, mis ojos se abren más y la miro desconcertado.

- Amor...

Ella no dice nada, me ignora y simplemente cierra la puerta del baño detrás suya, quedo ahí sentado en la cama congelado totalmente. ¿Se había... Enojado? Muerdo mi labio y camino hacia la puerta, tocando varias veces en ella...

- Déjame, Justin. -Refunfuña al otro lado de la puerta, muerdo mi labio, si, esta molesta.

- Nena... ¿Estas molesta?

- Que te den por culo.

- ... Nena, se que estas molesta pero... por favor, entiende.... Ambos estamos cansados. Más tu que yo, se te nota en los ojos y te recuerdo que me tendrás todo el día de mañana, toda la noche hasta pasado mañana...

- ¿Y por que no empezamos hoy? Tengo ganas.

- Ambos tenemos ganas, yo también te tengo ganas, amor.

- Se nota mucho. -Dice con sarcasmo.

- Nena, claro que quiero hacerte el amor, quiero que descanses también. -Suspiro pegando mi frente contra la puerta.

- ¿Ya no me quieres? -Pregunta de momento causando que me paralice, ¿que? Miro la puerta totalmente sorprendido y incrédulo.

- ¿Me estas jodiendo?

- Eso lo puedo tomar como un no.

- ¿Que? ¡Claro que si te amo, te quiero y te adoro! ¡Por Dios, _____! -Exclamo con sorpresa. ¿Por que me pregunta eso? ¿A caso no es obvio? ¿Lo pregunta por que no quiero tener relaciones con ella ahora? Dios, dios ayúdame...

- No te creo. -Escucho un fuerte sollozo al otro lado de la puerta y eso provoca que me agite, despeino mi cabello y intento abrir la puerta, Cerrado, la madre... - No te atrevas a abrir la puerta. -Gruñe al escuchar mis intentos desesperados.

- Nena, nena abre la puerta. ¿Estas llorando? Mierda, ábrela. -Le replico preocupado, ¿de verdad estaba llorando? Muerdo mi labio y continuo intentando abrir la puerta.- Ábrela nena, por favor...