Capitulo 75

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- ¿Nena, estas bien? ¿Sigues molesta...? -Tocan la puerta varias veces, me despierto bruscamente y miro a todo mi alrededor... ¿Qué? Pasando mis manos por mi rostro suspiro y miro hacia la puerta.- Nena, perdón... No sigas molesta conmigo por favor... Es sólo que... demonios nena, tenemos que admitir que no hemos estado muy bien en estos días, hace un mes que estamos discutiendo demasiado y por cosas sin sentido... -Murmura desde el otro lado de la puerta, callada continuo escuchando cada una de sus palabras. Si, definitivamente hace ya un mes que estamos discutiendo demasiado y discusiones sin sentido, esto no es normal pero es que... no se, me siento la mayoría de las veces enojada, otras algo inquieta, agitada... No me entiendo.- Nena... -Súplica, me quedo observando la puerta, suspiro dejándome caer en la cama y dándole la espalda a la puerta tiró la almohada en mi cara.

Justin continuaba al otro lado de la puerta tocando, forzando, hablando y suplicando que la abriera, una hora después había dejado de escuchar a Justin al otro lado de la puerta, se había cansado de duplicar y yo no responderle. Me sentía por una parte culpable pero por otra no, me sentia enojada con el, lo extraño es que Biebs no me había echo nada para yo estar enojada con el. Sentía una mezcla de sentimientos que era difícil de explicar y todos eran contra mi pobre esposo. Me remuevo en la cama dejando descansar mi mano en mi estomago, la comprimo un poco contra mi estomago al sentirlo contraerse, mi estómago resuena y yo mordiendo mi labio hago una mueca... Tengo hambre, y muchísima.

Cierro mis ojos y suspiro nuevamente... No quiero salir del cuarto pero el hambre me obliga... muerdo mi labio cuando de repente me sobresaltó.

- Cariño, te traje comida... casi se me quema pero esta buena. -Murmura al otro lado, lo escucho reír bajito. Me mantengo en silencio mirando la puerta por unos segundos cuando lo escucho suspirar...- nena, mi amor por favor abre, morirás de hambre... -Me súplica volviendo a tocar con sus nudillos la puerta e intentar abrirla. No conteste, solo me mantuve en silencio.- Bueno... Te la dejare aquí en esta mesa... me iré pero por favor cómetela, esta calientita... -Murmuro con tono dolido tanto así que me destrozó hasta el alma pero ese sentimiento de enojo contra el lo sentía aún. Definitivamente esto no esta bien en mi, creo que iré a un doctor para que me examine y me diga con claridad si me estoy volviendo loca.

Minutos más tarde ya no podía con el hambre y decido levantarme a buscar la comida, lentamente abro la puerta encontrando la mesa con el plato de comida aún caliente, de milagro, y jugo de frutas. Oh Dios, jamás me había sentido tan feliz de ver comida, súper contentísima como niña cuando le traen dulces lo agarro y cierro la puerta yendo a sentarme a la cama.

Gustosa comienzo a comer y gemir de felicidad al sentir mi estómago retorcerse levemente de felicidad. Agradeciendome de haberlo llenado al fin de comida o eso pensaba yo... Continuaba comiendo súper contentísima cuando a los segundos mi estómago comienza a retorcerse y no de una buena forma, sentía que la vomitaría toda.

Que todo lo que me había comido lo devolvería en cuestión de segundos, mierda... ¿Qué pasa...? Dejo la cuchara en el plato y saco mis pies de la cama mirando el piso con mi mano en mi estómago el cual continuaba retorciendose. Mi Dios... ¿Qué me esta sucediendo? Gimo cuando siento la comida subir por mi garganta y de inmediato como reacción tapó mi boca con mi mano, me levantó de inmediato y corro al baño, no lo soporte y lo solté absolutamente todo gimiendo, quejándome y tosiendo. ¿Qué me estaba pasando? ¿Comí demasiado rápido? ¿Estoy pescando algún virus? Puf, Dios mío... Que horrible sensación, odio vomitar... De verdad lo odio... Dios... Vuelvo a gemir retorciendome en el inodoro. Soy un fuerte respingón cuando gimo y Justin golpea la puerta varias veces seguidas... Dios, me había asustado.

- ¿Nena? ¿Nena, estas bien? ¿Amor? -Preguntaba preocupado desde el otro lado de la puerta, niego con la cabeza bruscamente como si el me estuviese viendo y me quejó volviendo a vomitar.- ¿_____? ¡_____, abre la puerta! ¡Ábrela _____! -Gritaba desde el otro lado con terror, su tono reflejaba angustia, frustración y miedo. Golpeaba la puerta repetidas veces con desespero pero yo no podía abrirle... ni siquiera podía levantarme. Gimo y Biebs aumenta su desesperación.- Dios ¿____? ¡¡_____!! ¡Abre, maldición, abre aquí!

Small Bump.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora